"El Diario". ECUADOR: "Los inmigrantes se organizan para comprar vivienda"
Los inmigrantes latinoamericanos se organizan en España para comprar vivienda en su país de origen y contribuir así al desarrollo de la sociedad de la que proceden, al tiempo que las entidades financieras y remesadoras se disputan sus ahorros.
Prensa Latinoamericana, 27-02-2007La entrada de los inmigrantes en el circuito económico español es un hecho indiscutible. Son un colectivo que trabaja, ahorra y consume, por lo que las entidades financieras ya les han incluido entre sus objetivos como clientes.
El año pasado, las remesas que enviaron a sus países los inmigrantes residentes en España superaron los 5.000 millones de euros (unos 6.500 millones de dólares), de los que el 70 por ciento procedían de inmigrantes latinoamericanos.
Estas remesas representaron en 2005 el 5,7 por ciento del PIB de Bolivia, el 3,6 por ciento del de Ecuador, el 1,4 por ciento del de la República Dominicana y el 1,1 por ciento del de Colombia.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha hecho un llamamiento para que el aumento de estas remesas hacia la región Latinoamericana se aproveche para impulsar el desarrollo de la región y que ese dinero “tenga un mayor impacto en la reducción de la pobreza, el impulso al ahorro, la educación y la vivienda en el país de origen”.
Organizaciones como la Asociación América España Solidaridad y Cooperación (AESCO), que cuenta con 7.000 asociados en España, han recogido el guante y han comenzado un proyecto de viviendas sociales en Colombia.
“Queremos contribuir a que las remesas de inmigrantes en España tengan un uso productivo a favor propio”, dijo a Efe la presidenta de AESCO, Yolanda Villavicencio.
Villavicencio contó que al tratar con los inmigrantes “supimos que uno de los principales motivos por lo que habían venido era para conseguir una vivienda allí, entonces empezamos a estudiar y a trabajar en el tema”.
Para comenzar, se pusieron en contacto con diversos municipios del Eje Cafetero “una de las zonas de donde más migrantes han salido” para gestionar la adquisición de un terreno.
Según explicó, en Colombia existe un subsidio para viviendas de interés social, “que son para viviendas muy pequeñas y sin terminar”, pero “nosotros buscamos la posibilidad de que se concediera el subsidio en especie” para construir unas casas de mejor calidad que fueran financiadas por los compradores.
AESCO consultó con cuatrocientos municipios y fue el de Dosquebradas el que aceptó.
Allí se han construido 150 viviendas de 100 metros cuadrados y dos plantas que se han planificado en función de las necesidades de los compradores, que han sido consultados previamente.
“Son viviendas que a precio de mercado costarían 35.000 euros (45.500 dólares)” y se están vendiendo a un precio de 16.000 euros (unos 20.800 dólares).
Se trata de “el sueño de los colombianos a precio justo”, para lo que la organización ha conseguido una financiación a ocho años pensada para que los inmigrantes paguen 231 euros al mes (300 dólares mensuales).
Con este plan pretenden generar un modelo de equidad en Colombia, dijo Villavicencio, quien consideró que “bajo la organización de los migrantes es posible conseguir los objetivos y llevar condiciones de desarrollo al país de origen para aminorar las causas de la emigración”.
Ahora están negociando con otros municipios como Santa Rosa y algunos de la zona del Valle, pero lo que realmente quieren es que “esto se convierta en política pública porque si este proyecto se ha hecho en un municipio se puede hacer en otros”, agregó.
El objetivo es que “los colombianos que están en el exterior puedan invertir y de esa manera llevar empleo y beneficiar a la economía” del país.
De momento, esta asociación es pionera y está trabajando en Colombia, aunque, según contó a Efe, están inspeccionando terrenos en Ecuador para llevar a cabo proyectos similares, “pero depende de lo que quieran implicarse allí”, dijo.
“El desarrollo es posible”, aseguró Villavicencio, "sólo hay que cambiar un poco el concepto de tenencia de la tierra, no mantener el ‘estatus quo’ y movilizar a la gente para que participen en la toma de decisión más directamente. EFE
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