sucesos
Un joven muere de una puñalada en el corazón en un 'piso-patera' de Bilbao
La investigación de la Ertzaintza apunta a un posible suicidio por amor tras haber discutido la víctima con su novia, según varios inquilinos
El Correo, 27-02-2007ROBERT BASIC r.basic@diario-elcorreo.com/BILBAO
La Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte de Asier Velasco, un joven de 30 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado el domingo por la noche en un ‘piso-patera’ de Bilbao con el corazón partido de una cuchillada. La Policía autónoma mantiene abiertas varias líneas de trabajo, incluida la del asesinato, aunque la posibilidad de un ‘suicidio por amor’ es la que cobra más fuerza en el entorno más próximo de la víctima. Una de las inquilinas de la vivienda donde ocurrió el suceso, habitada por varios «sudamericanos» y un «chico de color» según los vecinos del edificio, aseguró a este periódico que fue precisamente Asier el que se clavó el arma en el pecho después de discutir con su novia. Este extremo, sin embargo, no había sido confirmado anoche de forma oficial.
El fatal desenlace sobrevino el domingo por la tarde, en un cuarto piso de la calle General Salazar número 4 de Bilbao. La repentina aparición de varios coches patrulla llamó la atención de los vecinos. «Incluso había dos o tres agentes camuflados», anotó ayer uno de los residentes, quien comprendió de inmediato que «algo raro pasaba en el ‘piso-patera’». «Alguna vez tuvimos que llamarles la atención por el ruido que hacían», terció otro, aunque reconoció que jamás se registraron altercados de importancia. Sin embargo, nadie imaginaba el domingo que, al caer la noche, un joven bilbaíno se desangraba sin remedio bajo la impotente y perdida mirada de su compañera sentimental.
Asier y Pamela, que abandonó su Bolivia natal para buscarse la vida en España con tan sólo 22 años, se hicieron novios hace apenas doce meses. Les juntó la casualidad. Una de las hermanas de la joven tiene tres limpiaba en la casa del padre de la víctima, José Antonio Velasco, quien aseguraba ayer a este periódico que su hijo quedó «prendado de la chavala» nada más verla. «La chica se convirtió en una obsesión para él; la adoraba, no podía estar sin ella». A finales del año pasado, la pareja decidió probar suerte y se fueron a vivir juntos al piso de General Salazar. Pero lo que arrancó como una bonita historia de amor se trufó pronto de continuas discusiones, rememoran amigos de la víctima.
Asier y Pamela compartían la vivienda con las tres hermanas de la joven y un chico de color, pero nadie sabe con exactitud cuántas personas vivían realmente en la casa. El inmueble estaba ocupado con anterioridad por estudiantes, aunque hace menos de un año llegaron los nuevos inquilinos. El domingo por la noche, recuerda el padre de la víctima, su hijo «había discutido» con la chavala. Otra vez. «Me dijo uno de sus compañeros de piso que le vio salir llorando de la habitación camino de la cocina. Después volvió y se desplomó en el pasillo. Cuando le levantaron vieron que tenía una herida en el pecho. Le subieron a la cama y fue ahí donde murió».
Los familiares no saben «qué pensar» cuando se les pregunta si creen factible que Asier se quitara la vida por amor. Su padre, no obstante, se atreve a fabricar una hipótesis. «Si lo ha hecho, que no lo sé, habrá sido porque su novia le dijo que le dejaba. No veo otro motivo, aunque tampoco hay que descartar ninguna posibilidad». Hace unos meses, revela José Antonio Velasco, su hijo se «autolesionó» en uno de sus brazos. Fue a raíz de una discusión con Pamela. «Siempre ha sido un chico muy nervioso, impulsivo», subrayó su hermana.
«Sin papeles»
Lo que desconcierta a los allegados de Asier, que residen en el barrio bilbaíno de La Peña, es lo que sucedió después de que su hijo cayera al suelo con una cuchillada mortal en el corazón. Según la familia, los compañeros de la casa «limpiaron toda la sangre del pasillo. ¿Por qué?», se preguntan en un intento desesperado por conocer la verdad. La propia hermana de Asier se aventura a dar una respuesta. «Quizás porque todos eran ilegales, ‘sin papeles’». La Ertzaintza, apuntan los testigos, estuvo en el inmueble «hasta las cuatro de la mañana» intentado esclarecer lo sucedido.
En lo que coinciden todos, incluso los compañeros de piso, es que Asier «adoraba a Pamela». Sin condiciones, sin reservas. Puro amor. El joven trabajaba de albañil escayolista desde hace diez años y sus amistades no veían con buenos ojos su relación sentimental. «Se lo decía una y otra vez: ella no te conviene, pero no me hizo ni caso. La amaba con locura», recuerda uno de sus amigos de «toda la vida». Y prosigue: «Los del piso dicen que se ha suicidado, aunque yo no sé qué pensar. Todo esto es muy raro».
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