La ciudad donde gobiernan los gitanos

A 12 kilómetros de la capital macedonia se encuentra el poblado más grande

La Razón, 27-02-2007

suto orizari (macedonia) – En una explanada que se extiende entre un
cementerio y una cárcel, en uno de los rincones más olvidados del planeta,
se encuentra Suto Orizari, el poblado gitano más grande del continente y
el único de todo el mundo en el cual existe un Ayuntamiento con
presupuestos y elecciones cada cinco años. Se llega desde Skopje por una
carretera agujereada, dejando atrás el barrio albanés y sus mezquitas. La
entrada la delimitan un puente de cemento de sobriedad soviética y un
arroyuelo en el que navegan todo tipo de basuras. Sorteada la barrera, la
ciudad se extiende sin orden ni concierto, dando cobijo a cerca de 40.000
vecinos (como en Soria), de los que sólo la mitad están inscritos.
   Los macedonios tienen un nombre familiar para el poblado: «Sutka», y en su
calle principal se organiza cada mañana uno de los mercados más populares
del país. Allí se venden salchichas, huevos, verduras frescas, artículos
de limpieza, juguetes «made in China» y todo tipo de prendas llegadas de
Turquía y Bulgaria. Lo único que no puede encontrarse en sus cientos de
comercios es carne de cerdo, ya que los gitanos macedonios son
mayoritariamente musulmanes.
   La capital de esta minúscula república
desgajada de la ex Yugoslavia a principios de la década de los noventa
(Macedonia) está tan sólo a 12 kilómetros de aquí, así que los capitalinos
acuden a menudo buscando buenos precios.
   La cochambre de las calles
contrasta con la alegría de los vecinos, que sonríen, comen y juegan entre
desperdicios, hogueras de plásticos y hierros oxidados.
   Considerado por la OSCE el «lugar más pobre de Europa», en Suto Orizari
más de la mitad de los habitantes viven en una pobreza extrema y un
porcentaje aún mayor no sabe leer ni escribir. El poblado nació ya con
vocación arrabalera: se «fundó» en 1963, cuando un terrible terremoto
destruyó la mitad de las casas de Skopje. Las autoridades instalaron un
campo de refugiados para acoger a los gitanos.
   Con todo, muchos
consideran Suto Orizari un «paraíso gitano», y los más afortunados se han
construido casas de dos pisos pintadas con colores alegres y abigarradas
de ornamentos dorados, luces de colores y ventanas de madera.
   Desde
que se obtuvo reconocimiento oficial y categoría de «municipio» en 1996,
cientos de gitanos de otros países del Este de Europa han emigrado.
Incluso se han registrado familias gitanas que llegaron procedentes de
países desarrollados, como Italia o Alemania. Una extraña «tierra
prometida», en la cual dos de cada tres vecinos no tienen trabajo conocido
y tan sólo dos personas poseen un título universitario. Una de ellas es el
ex alcalde, Nezdet Mustafa, líder del único partido gitano de Macedonia
(Partido de la Liberación Gitana), que cuenta dos diputados en el
Parlamento de Skopje.
   Mustafa es uno de los precursores del
movimiento gitano, además de fundador del primer estudio televisivo
«romaní» del mundo. Mustafa fue reemplazado en 2005 por Erdoan Iserini, en
unas elecciones tuteladas por miedo al fraude. En el Ayuntamiento de
«Sutka» las urgencias no son pocas. Su presupuesto anual ronda los 120.000
euros y tan sólo ocho personas trabajan como empleados. Si no fuera por
las ayudas, no habría dinero ni para mantener el alcantarillado.
   Cuando cae la tarde, los habitantes de «Sutka» recogen apresuradamente
los bártulos de sus puestos, echan los cierres y se entregan a la
diversión. No pasa un sábado sin que se celebre alguna boda. El resto de
la semana la diversión la proporciona la música popular, las parrilladas y
los partidos de fútbol improvisados.
   

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