LA IMPARABLE máquina de la Justicia ha llegado a Guía de Isora. Siguiendo el rastro de una empresa investigada en relación con el caso de presunta corrupción en Telde, las pesquisas judiciales, guiadas por el único norte del esclarecimiento de la verdad, van de un ayuntamiento gobernado por el PP en una isla a otro donde manda el PSOE en otra. Así es la acción judicial: alguien la ha puesto en marcha y ahora toma un rumbo inesperado. Lo cual no significa que en Guía de Isora se hayan cometido irregularidades, pero eso se aclarará durante la instrucción judicial. Mientras tanto, a esperar.

• * *

El comisario de Libertad, Seguridad y Justicia, Franco Frattini, ha propuesto a la Unión Europea crear una guardia costera con competencias en todo el continente para vigilar sus costas bajo una bandera única y evitar tanto la entrada de embarcaciones con inmigrantes clandestinos como la muerte de quienes realizan su intento en condiciones peligrosas. De momento, es sólo una propuesta, pero está cargada de sentido común. Los países de la UE no pueden seguir ignorando que la inmigración, sea regular o irregular, es un asunto que concierne a todos, pues la libertad de movimientos de las personas dentro del espacio europeo es una realidad, y que seguir haciendo oídos sordos a esta necesidad no es más que perder un tiempo precioso para solventar un problema creciente que, además, provoca la muerte de cientos de inocentes cada año. Si de verdad la UE pretende que sus ciudadanos crean en ella como algo más que un área de libre comercio debe tomar este tipo de medidas, que son las que dan sensación de pertenencia a un proyecto político común.

• * *

El Gobierno central ha creado un Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar cuyo primer objetivo es luchar contra el acoso escolar, un problema que ha adquirido proporciones preocupantes. Su intención será buena, pero llega tarde y, además, el Gobierno empieza la casa por el tejado. Para acabar con la violencia en las aulas, los patios de recreo y las puertas de los colegios antes hay que educar a los escolares en valores que ya han desaparecido de esta sociedad. Ahora resuenan como una triste ironía en los oídos de los españoles aquellas palabras pronunciadas por Alfonso Guerra en 1982, cuando el PSOE llegó al poder: “A España no la va a conocer ni la madre que la parió”. Y habría que añadir a la frase: ni los hijos paridos por esa madre. Ahí tenemos ahora las consecuencias del nivel de inmoralidad que hemos alcanzado tras aquel cambio.