madrid – En España hay actualmente 2.772.000 inmigrantes trabajando, que
representan el 13,9% del total de ocupados (1, 9 puntos más que en 2005),
lo que supone un nuevo máximo histórico y el 37 trimestre consecutivo de
aumento de participación en el mercado laboral español. De los 687.500
nuevos empleos de todo el año 2006, los ciudadanos españoles han ocupado
228.300, lo que supone un crecimiento interanual del 1,3%. Paralelamente,
459.200 plazas han sido para inmigrantes (un 19,9% interanual más): 2 de
cada 3 nuevos empleos fueron asignados a persona extranjeras, con lo que
el aumento en la ocupación del colectivo inmigrante ha sido 15 veces mayor
que el de los españoles. Pero a pesar de lo positivo de estos datos, no ha
sido suficiente para dar empleo a todos los extranjeros que buscan trabajo
en España, por lo que el colectivo de inmigrantes sin empleo ha crecido en
110.100 personas, un 42,1% más respecto a diciembre de 2005, según un
informe elaborado conjuntamente por el IESE y Adecco. En total hay 372.000
inmigrantes en paro, cifra que también representa un nuevo máximo
histórico, y equivalente al 20,5% del total de parados de nuestro país. Si
hace un año 1 de cada 7 parados en España era inmigrante, ahora lo es 1 de
cada 5, lo que podría sugerir que la llegada de extranjeros excede la
capacidad de absorción de la economía. El informe también destaca que a
pesar de que la tasa de paro se ha reducido en cuatro décimas en términos
interanuales, hasta el 8,3%, la tasa de desempleo de inmigrantes ha
crecido en 1,7 puntos con respecto al año anterior y es ya del 11,8%.
Mientras que la tasa de paro entre los ciudadanos españoles ha descendido
el doble que en el caso general, 8 décimas interanuales, situándose en el
7,7%. Cuando se analiza pormenorizadamente este resultado se constata que
tanto por edad como por sexo todos los grupos de trabajadores extranjeros
han experimentado un crecimiento de su tasa de paro, mientras que lo
contrario ha ocurrido con los mismos grupos de españoles. De hecho, la
tasa de paro entre extranjeros adultos, así como la de mujeres
inmigrantes, ha sufrido aumentos en términos interanuales en los últimos
trimestres del año pasado, y en ambos casos, el incremento más marcado se
produjo en el cuarto trimestre. En este mismo periodo los jóvenes
españoles vieron caer su proporción de parados hasta el 17,2% y los
inmigrantes menores de 25 años sufrieron un salto en su tasa de paro hasta
19,3%.