Le Pen persiste en tratar con mano dura el problema de la inmigración
El Periodico, 26-02-2007JOSÉ A. SOROLLA
PARÍS
Pese a los lavados de imagen que intenta su hija menor y directora de estrategia de su campaña, el rostro de Jean – Marie Le Pen es el mismo. Su programa electoral, que presentó ayer en Lille, al norte de Francia, ante unos 2.000 seguidores, mantiene la preferencia nacional como eje y la obsesión contra la inmigración, fenómeno que está en el origen, dijo, de la “pobreza generalizada” y que apeló una vez más a detener.
Le Pen se lamentó de que se “haya abolido” la preferencia nacional – – los franceses pasan por delante – – a la hora de encontrar trabajo, en la escuela, en los hospitales, y pidió su instauración en todos los terrenos. De la concesión de ayudas sociales y familiares quedarían excluidos los extranjeros, que, además, cotizarían más a la Seguridad Social y en el seguro de paro. El programa detalla también que se suprimiría para los foráneos el salario mínimo de inserción y se eliminarían la doble nacionalidad, el reagrupamiento familiar y la adquisición automática de la nacionalidad. Los sin papeles serían devueltos a sus países.
“TODOS CULPABLES”
El líder ultra situó la inmigración en el origen del tenebroso panorama que dibujó de Francia, pero no responsabilizó a los inmigrantes, sino a “los politiqueros franceses” que han gobernado el país durante 30 años, tanto en alternancia como en cohabitación. “Todos responsables, todos culpables”, gritó en dos ocasiones ante el entusiasmo de la concurrencia, que coreaba “Le Pen, presidente”. No hizo distinciones entre Nicolas Sarkozy – – candidato de la derecha y ministro del Interior, cargo que dejará el 23 de marzo – – , Ségolène Royal – – a quien llamó “la alteza real de Charentes”, región que preside – – o François Bayrou, calificado de “Tartufo en el papel de D’Artagnan”. “La derecha y la izquierda están falsamente enfrentadas, pero son cómplices”, clamó en su papel de candidato antisistema.
Para atraerse a los franceses “pequeños, humildes y trabajadores”, a quienes destina una serie de medidas sociales, cargó contra la mundialización y alertó del “capitalismo financiero planetario” que se avecina, una “gigantesca sociedad anónima con una única patria, el dinero”. Afirmó que el próximo presidente de la República “debe ser de la mayoría del no” a la Constitución europea y anunció que, si es elegido, negociará con la UE el restablecimiento del control fronterizo tanto de personas como de mercancías.
AMPLIAR SU BASE
Gracias a Marine Le Pen, el FN intenta en estas elecciones ampliar su base electoral creciendo en nuevas clases profesionales urbanas, después de que en el 2002 lo hiciera en las capas rurales. De momento, los sondeos colocan a Le Pen en cuarto lugar – – ayer, uno le daba un 11,5% – – , por detrás de Bayrou, pero Marine está convencida de que su padre volverá a dar la sorpresa. Hace cinco años, a estas alturas, los sondeos le concedían entre un 8% y un 10% y al final pasó a la segunda vuelta con un 16,86%. Una comparación inquietante.
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