Algunos sondeos dan como vencedor al actual mandatario Abdoulaye Wade Quince partidos se disputaban ayer en Senegal el voto de los más de cinco millones de ciudadanos que estaban llamados a pronunciarse en las urnas sobre la elección de su presidente. Once mil de ellos en España, uno de los principales receptores de inmigrantes senegaleses, explicó Mouhamadou Bamba, del Partido Democrático Senegalés (PDS), el del presidente Abdoulaye Wade, quien tiene ya 80 años y lleva cinco en el poder.


Al cierre de esta edición, la jornada electoral transcurría sin incindentes, aunque se temía que pudieran producirse enfrentamientos tras una serie de ataques de combatientes de distintas facciones que se localizaron en Casamance.


Los votantes, que madrugaron para cumplir su deber cívico, formaron largas colas ante los centros electorales de la capital y del interior del país, según destacan las emisoras de radio locales.


Aparte de la asistencia masiva, la nota dominante fue la llegada tardía de los agentes encargados de las mesas de votación y la falta de papeletas de algunos candidatos, lo que ocasionó en algunos casos retrasos de dos horas en el comienzo de la votación. Como consecuencia, las autoridades decidieron ampliar en cuatro horas el horario de votación.


La mayoría de sondeos, dijo Bamba, dan un 75% de los votos al PDS, ‘‘una formación cuyo principal objetivo es la defensa de la democracia y del pueblo, que está con Wade’’. Sus expectativas se vieron cumplidas al menos en España, donde el Partido Democrático era una de las fuerzas más votadas al cierre de esta edición, junto a Idrissa Seck, antes en las filas de Wade.


Sin embargo, otras fuentes apuntaban a que ningún candidato obtendría en la primera vuelta el 50% de los votos. En ese caso, el proceso podría enfrentar dentro de dos semanas, según las hipótesis que se barajan, a Wade y a Otman Tanor Diang, que gobernó Senegal durante cuarenta años.


Una de las armas arrojadizas que ha empleado Tanor en la campaña ha sido la política migratoria de su rival, a quien ha criticado duramente por firmar convenios con España, convirtiendo a Senegal en la ‘‘Policía’’ de África.