(Firma: P. de Las Heras | Lugar: madrid)

El PSOE «revisará» las normas que regulan el padrón municipal para impedir el registro fraudulento de inmigrantes irregulares. Así consta en el programa marco para las elecciones municipales del 27 de mayo, coordinado por el secretario de política municipal y libertades públicas del partido, Álvaro Cuesta.


El documento, que debe ser aprobado por el Comité Federal el próximo 3 de marzo, propone denegar el empadronamiento cuando «el número de personas inscritas en el mismo domicilio supere el máximo de capacidad de residentes por vivienda».


De acuerdo con la legislación vigente, la mera inscripción en el padrón basta para ser considerado ciudadano y para gozar, con o sin papeles en regla, del derecho a la sanidad, a las subvenciones sociales o la educación pública.


El principal partido de la oposición propuso recientemente una reforma para limitar el registro – y por lo tanto el acceso a los servicios básicos – a aquellos inmigrantes que residen en España legalmente. Los socialistas no irán tan lejos. De momento, se conforman con «imposibilitar la inscripción de un número abusivo de personas en un mismo domicilio».


El empadronamiento masivo en un domicilio suele ser indicativo de dos fenómenos: un registro falso a través del cual el inmigrante aspira a lograr un permiso de residencia ante un eventual proceso de regularización, como el llevado a cabo en el 2005, o una situación de hacinamiento y explotación por parte de mafias o comerciantes sin escrúpulos. Se trata de un fenómeno muy extendido en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, plagadas de «pisos patera» y «camas calientes».


Los alcaldes de más de una treintena de ayuntamientos catalanes gobernados por el PSC venían reclamando desde hacía tiempo al Gobierno una revisión como la que ahora propone el PSOE en su programa marco. Reclamaban, además, que los gobiernos locales pudieran controlar y sancionar la sobreocupación de los pisos o la utilización de un local comercial como pensión ilegal. Pero esta petición ha quedado desatendida.


Al margen de los temas relacionados con la inmigración, los socialistas plantean propuestas de índole diversa: desde seguridad ciudadana a financiación local. En este ámbito se comprometen a facilitar al ciudadano el pago de impuestos a través de una «cuenta corriente tributaria local» que permitiría hacer frente en doce mensualidades al conjunto de las tasas propias de los ayuntamientos, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, el de circulación o los de recogida de basura.