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Discriminación. Ese es el sentimiento que afecta a los inmigrantes africanos afincados en Galicia, un colectivo que apunta tres obstáculos graves para su plena integración. En primer lugar aparece el problema de la vivienda; luego, la discriminación salarial, y en tercer lugar, el acceso a la asistencia sanitaria. Ana García Louzán, responsable del departamento de Inmigración de la ONGD Equus Zebra, revela que no todos los inmigrantes viven por igual estas carencias. A su juicio, habría que establecer una diferencia clara entre los indocumentados y los que ya están asentados legalmente en nuestra comunidad.


En el primer grupo todo son problemas, dice Louzán. «No pueden empadronarse, no tienen tarjeta sanitaria, viven hacinados en los pisos patera». La portavoz subraya que en ocasiones necesitan acudir a un centro de salud, pero les niegan este derecho, por lo que «tienen que ir pidiendo favores a médicos y a enfermeros para que los curen», indica.


Trabas inmobiliarias


Son problemas en cierta medida superados por los inmigrantes regularizados. Pero para éstos persisten igualmente los relacionados con la vivienda, por un lado, y los sueldos, por otro. «Cuando no tienen papeles nadie los quiere. Cuando los tienen tampoco los quiere nadie», indica Louzán. A algunos, incluso con nómina en mano, les fue imposible alquilar un piso. «Las propias inmobiliarias han entrado en el juego – denuncia la profesional – . Les ponen todo tipo de trabas, entre las que no faltan avales y garantías que ellos no tienen».


Inmigrantes entrevistados han asegurado que cobran por su trabajo salarios inferiores a los de sus colegas de la misma categoría. Algo que, sin embargo, rechazan los sindicatos. Para justificarlo echan mano a los convenios colectivos de las empresas. Afirman que Galicia no cuenta aún con un mercado «atractivo», ya que se trata de una de las comunidades con sueldos «más bajos», y califican este déficit de problema «estructural» de la economía gallega. «Es posible que alguna empresa haya querido hacer una trampita para que cobren menos», afirman desde UGT.


En Galicia residen 7.000 inmigrantes africanos, que suponen casi el 10% del total de extranjeros, cifrados en 71.796, según datos de la Secretaría Xeral de Emigración correspondientes al pasado enero.