Por: Mariana Viayra Ramírez

Sabado 24 de Febrero de 2007

El “Sueño Americano” se convierte en “pesadilla americana” para cientos de mexicanos indocumentados que son víctimas de la persecución de agentes fronterizos que acechan a los migrantes en parques, supermercados, escuelas y en centros de trabajo para detenerlos y deportarlos a México.
“Aquí por todos lados empieza a oler a nazismo” afirmó Cristóbal Hinojosa, dirigente de la organización Mexicanos en Acción, y da sus razones del por qué la comparación: “Prácticamente hay una cacería contra los hispanos, la ola de redadas divide a las familias, la gente ya no quiere salir de compras y teme dejar a sus hijos solos. Y cuando capturan a un paisano lo tienen preso hasta tres meses mientras es deportado”.
Esa “cacería” —señaló— también proviene de grupos antimigrantes en cuyas páginas web convocan a que los estadunidenses denuncien a los inmigrantes, a quienes llaman: “ilegales hostiles que traen enfermedades y crimen a nuestra nación”.
Por ejemplo, en la página de Internet: http:www. borderguardians.org/index.php, el grupo antimigrante The Guardians Border (Guardianes de la Frontera), anuncia con orgullo que durante sus manifestaciones pisotean “sombreros charros” y banderas mexicanas, “lo hacemos como protesta y para defender la soberanía americana”.
En esa misma página web, los antiinmigrantes afirman que se oponen a recibir “una inundación de extranjeros ilegales del tercer mundo que se burlan de nuestras leyes”, y advierten sobre los costos de “permitir la ocupación extranjera”.
Hinojosa Indicó que “a estás alturas la práctica del nazismo es algo que empieza a olerse por estos lados (…) Es una cacería contra los migrantes hispanos… hay un ambiente muy tenso en los estados fronterizos de la Unión Americana, sobre todo en Texas y Arizona”.
“Si las redadas se enfocarán también en los barrios asiáticos y europeos diría yo que es algo equitativo, pero básicamente es contra el inmigrante hispano. Esto es una campaña de grupos xenofóbicos y políticos”, indicó el activista.
Además, el activista recordó que las leyes antimigrantes se han endurecido; los republicanos pretenden despojar de la ciudadanía estadunidense a los hijos de inmigrantes indocumentados, “si una inmigrante indocumentada da a luz aquí, su hijo es automáticamente ciudadano con todos los derechos, pero si se aprueba esa Ley, hasta los niños van a ser perseguidos”.
CRIMINALES. En entrevista telefónica desde Texas, Hinojosa lamentó que legisladores Republicanos impulsen leyes para considerar “criminales” a los indocumentados. La semana pasada el legislador Dan Patrick presentó una propuesta de ley para convertir en delito el ser migrante indocumentado.
“¡Se imagina! Nuestros paisanos viven aquí aterrados y sólo vienen a trabajar para tener una mejor calidad de vida. Pero se encuentran con esta persecución que los obliga a vivir aterrados, esto es desesperante y las autoridades mexicanas deben intervenir con más rigor”, señaló el activista, quien vive hace más de 20 años en Estados Unidos.
Insistió que ante la actitud desesperada de los inmigrantes “demandamos una actitud más firme por parte del gobierno mexicano”. Y cuestionó la ayuda que los consulados brindan a los mexicanos detenidos en las redadas, “porque no dejan sus actitudes diplomáticas y eso no les permite desafiar a las autoridades para defender a los paisanos”.
Cristóbal Hinojosa, quien desde hace diez años se dedica —junto con otras organizaciones— a defender los derechos de los inmigrantes, afirmó que la situación de los “paisanos” se asemeja con la persecución contra los judíos porque “los paran en la calle de acuerdo a su perfil racial”.
Juan Álvarez dirigente de la Organización Latinoamericana pro—derecho del Inmigrante, con sede en Houston, coincide con Hinojosa al afirmar que agentes de inmigración hacen retenes en las carreteras y dejan pasar a todos “los güeros y sólo detienen a las personas morenas para interrogarlas”.

Los minuteman aumentan de 200 a 650 grupos en cuatro años
En los últimos cuatro años el número de grupos antiinmigrantes en Estados Unidos aumentó de 200 a 650, es decir unos 100 por año, en su mayoría se localizan en Texas y Arizona, donde han intensificado sus acciones contra los inmigrantes; incluso queman y pisotean banderas y sombreros mexicanos, denunció la organización Mexicanos en Acción.
El hostigamiento de grupos antimigrantes contra los indocumentados va en aumento, pero el fenómeno racista se ha centrado únicamente contra los mexicanos, pues “a cualquier persona que vean morena la clasifican como mexicana, aunque sea salvadoreña o guatemalteca”.
Los antiinmigrantes merodean la frontera vestidos de soldados, usan pantalones y gorras camufladas con camisetas negras, escudos y estrella de metal adheridos a su vestimenta. Además cargan armas largas. “Dan la apariencia a los paisanos de ser parte de la milicia… van disfrazaditos de soldados, y eso intimida a nuestra gente”, dijo Cristóbal Hinojosa, dirigente de la organización Mexicanos en Acción.