Washington/PL

Importantes ciudades estadounidenses anunciaron preparativos para grandes marchas en favor de una reforma migratoria amplia que tenga en cuenta la situación de los 12 millones de indocumentados que viven en el país.

Los Angeles, California (oeste) y Chicago, Illinois (norte) anunciaron ya sus aprestos favorables a la reforma de las leyes del país.

El 7 de abril la ciudad de Los Angeles, donde hay una gran población inmigrante, sobre todo mexicanos, tiene previsto patentizar su apoyo al cambio en las leyes migratorias.
Según Juan José Gutiérrez, del Movimiento Latino USA, la del día 7 de abril será una «megamarcha» y esperamos que estén los representantes que apoyan a nuestra comunidad.

La ciudad fue sede el 25 de marzo del año anterior de una multitudinaria manifestación, una de las más grandes de su historia, con más de millón de participantes.

Según sus organizadores, la marcha no sólo busca apoyar una reforma inmigratoria integral, sino también oponerse a los altos costos de los trámites de ciudadanía y demás gestiones inmigratorias.

Mientras, en Chicago, el Movimiento 10 de Marzo anunció marchas en demanda de un alto a las deportaciones y una reforma migratoria integral.

Se espera que el 10 de marzo miles de personas se concentren en la Plaza Federal y una marcha por el centro de la ciudad, lo que se repetirá todas las semanas y el 1 de mayo, hasta que el Congreso apruebe una ley.

Una declaración del Movimiento 10 de Marzo sostiene que el gobierno «ha desatado una guerra en contra de los inmigrantes » y no se ha logrado la aproximación necesaria al problema.

En la actualidad, puntualiza el texto, miles de inmigrantes son tratados como criminales, asediados, arrestados y deportados.

El grupo aboga por una solución amplia que contemple la legalización de los indocumentados para que tengan licencias de conducir y números correctos de Seguro Social para que puedan trabajar y contribuir a la economía estadounidense.

Aboga Hillary Clinton
por reforma migratoria

La aspirante a la nominación demócrata para los comicios de 2008, Hillary Clinton, es partidaria hoy de una reforma migratoria que tenga en cuenta los problemas de seguridad de la frontera de Estados Unidos.

Favorita de las encuestas, la senadora neoyorquina visitó el martes el estado de Florida para proyectar su candidatura en un estado que aporta 27 votos electorales a la hora de decidir los comicios.

Al hablar en un acto en el Centro Joseph Caleb de Liberty City, un barrio afronorteamericano del estado, la política se manifestó en contra de una expulsión masiva de los indocumentados.

«Debemos estimularlos (a los indocumentados) a que salgan de la oscuridad y crearles condiciones para que puedan, un día, quizá en 10 o 15 años, adquirir la nacionalidad», puntualizó.

En otra parte de sus declaraciones, Clinton abogó por no tenerles miedo a los inmigrantes , sino buscar la mejor forma de integrarlos.

La intervención de la aspirante demócrata estuvo marcada por duras críticas contra la política de la Casa Blanca, donde el desempeño del presidente George W. Bush en Irak fue el principal blanco.