LLAMADO A LAS UNIVERSIDADES

"La Prensa Gráfica". EL SALVADOR. "Centroamérica y la fuga de sus corazones"

Los resultados asustan, ya que al ver con qué rapidez los inmigrantes se olvidan de regresar, dejan de efectuar transferencias y hasta pierden el contacto frecuente con familia y amigos, la “fuga de corazones” parecería ser una enfermedad feroz.

Prensa Latinoamericana, 22-02-2007
Per Kurowski / Ex director ejecutivo del Banco Mundial (2002-2004)

Sin importar lo mucho que se hable sobre cómo la fuga de cerebros (“brain-drain”) pueda afectar negativamente a los países en vías de desarrollo, que presentan un alto nivel de migración, en mi opinión, lo más importante es evitar la fuga de corazones (“heart-drain”).

Una fuga de corazones traería como consecuencia no solo la posibilidad de perder la ayuda que actualmente significan las remesas, sino algo más importante aún, y es que la nación pierda para siempre a muchos de sus ciudadanos, justamente aquellos quienes emigrando quizás hayan demostrado la mayor capacidad de iniciativa.

Hoy en día, aún con tanto hablar sobre la globalización, los registros económicos siguen manteniéndose basados solo en unas fronteras geográficas locales.

Por ejemplo, si un guatemalteco sale de su país, pasa a formar parte del PTB de su país anfitrión y solo su remesa familiar quedará registrada en las cifras económicas de su Guatemala.

Lo anterior es una manera errónea de enfocar el asunto, ya que, en mi opinión, en un mundo globalizado, un guatemalteco jamás debería ser menos guatemalteco por el solo hecho de trabajar en otro lugar.

En tal sentido, todo el ingreso bruto que un emigrante obtiene en el exterior debería formar parte de un PNB de su país de origen, y esto evidenciaría con mayor claridad la necesidad del país en apoyar a sus emigrantes en lugar de olvidarse de ellos.

Considero que las reflexiones anteriores indican claramente cuál debería entonces ser la principal función de, por ejemplo, las universidades en Centroamérica con respecto a los emigrantes de sus países.

Por un lado, deben analizar y desarrollar los programas que pueden ayudar a un emigrante a maximizar su potencial en un país extranjero cuando ha tomado la decisión de emigrar. Y por el otro, analizar y desarrollar los programas que puedan ayudar a un emigrante a no perder el contacto con su país de origen.

Basado en la anterior apreciación, y en el hecho de que no hay nada más superior que lo absolutamente primario, recomendaría a las universidades desarrollar de inmediato cursos virtuales sencillos sobre la historia, la geografía y la cultura de sus respectivos países y colocarlos a la disposición de todos aquellos que están a punto de pasar a ser la primera generación de hijos de emigrantes centroamericanos… antes de que perdamos su corazón para siempre.

Posdata urgente: El 7 de diciembre de 2006, el Pew Hispanic Center, el Woodrow Wilson Center y el Migration Policy Institute publicaron algunos resultados de la Encuesta Nacional Latina que llevaron a cabo en Estados Unidos. Los resultados asustan, ya que al ver con qué rapidez los inmigrantes se olvidan de regresar, dejan de efectuar transferencias y hasta pierden el contacto frecuente con la familia y amigos, la “fuga de corazones” parecería ser una enfermedad feroz.

En lo personal, estoy buscando afanosamente que Estados Unidos autorice un programa donde ciudadanos norteamericanos debidamente registrados puedan hacerse responsables como acompañantes oficiales, para permitir que los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos y que para todos los fines prácticos están “presos” en ese país por cuanto no se atreven a perder la opción de quedarse, puedan ir y regresar a su país para “calentar su corazón” sin que las autoridades dejen un registro de su viaje.

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