En Galapagar hay dos institutos, el Infanta Elena y el Cañada Real. Les separan unos 400 metros y sus características son similares, pero en el Infanta Elena el porcentaje de inmigrantes es del 21%, mientras que en el Cañada Real el índice llega hasta el 50%. El próximo curso la desigualdad entre extranjeros y españoles será mayor. En el Cañada Real entrarán 61 alumnos, de los que el 74% son foráneos. Sin embargo, de los 115 nuevos estudiantes que recibirá el Infanta Elena, sólo el 25% son extranjeros. Los padres de los alumnos del Cañada Real denuncian que esta selección propicia la creación de guetos y está en contra de la integración.

“Los centros educativos deben reflejar la realidad social de los municipios. Si en Galapagar hay inmigrantes , se tendrán que repartir entre los dos centros escolares por partes iguales”, mantiene Máximo Fuertes, representante de la Asociación de Padres y Madres del Instituto Cañada Real. Según el Ayuntamiento, un 21% de los 28.924 vecinos de Galapagar son extranjeros.

El director territorial del Área Madrid Oeste de Educación, José Macias, se comprometió ayer con los padres a iniciar una revisión del procedimiento seguido en la reserva de plazas.