Por Agencias
FEBRERO 20, 2007 (NOTIMEX).- La deportación de niños aumentó más de mil por ciento en Coahuila entre 2005 y 2006, y en lo que va del año se ha repatriado a 200 infantes, indicó el director general del DIF en el estado, José Inocencio Aguirre.

Entrevistado durante la clausura de la 33 Reunión Nacional de Directores Generales del DIF, Aguirre estimó que en 2005 hubo un centenar de niños que se quedaron solos, mientras en 2006 fueron más de mil 200 niños.

Subrayó que ese fenómeno se debe antender, y explicó que entre ellos están los niños que son de Coahuila, pero también hay menores de otros estados, quienes son deportados a sus lugares de origen.

Aguirre afirmó que se debe instrumentar de inmediato un programa estatal para atender a los niños emigrantes de Coahuila, para darles otras opciones, ya que si no se atiende esta situación esos menores pueden convertirse en delincuentes.

Planteó que el número de niños emigrantes deportados aumentó porque también creció el número de adultos que pasan ilegalmente a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, y por la decisión del Consulado estadunidense, que muchas veces lo hace por esta entidad, pero otras por Sonora o Baja California.

Señaló que el problema de la migración es aún peor en Sonora y Baja California, de deportaciones de niños emigrantes, por lo que se instrumentan programas interinstitucionales para atender a estos menores.

Lo anterior porque muchas veces el Consulado estadunidense regresa a los infantes en la madrugada y sin ninguna anotación de cómo fueron encontrados, ni en qué condiciones físicas están, lo que dificulta su atención médica, principalmente.

En definitiva, dijo, estos menores son víctimas de los traficantes de humanos o polleros, y que al no encontrar a sus padres o tratar de escapar de la Patrulla Fronteriza los dejan abandonados, y “por fortuna son rescatados y deportados a su país”.

Sostuvo que no se han detectado casos de abuso sexual o explotación sexual infantil entre estos niños, pero sí enfrentan otros riesgos, ya que muchas veces los reciben deshidratados, golpeados y luego de atenderlos se busca de dónde son para enviarlos a sus lugares de origen.