El gobierno de Nicaragua solicitará a Costa Rica, través del nuevo embajador Harold Rivas una nueva amnistía migratoria para miles de nicaragüenses ilegales que radican en ese país… En declaraciones a los medios luego de ser juramentado por el Canciller Samuel Santos, Rivas dijo que una de sus misiones será garantizar porque estos miles de compatriotas tengan trabajo y se les respeten sus derechos humanos, al tiempo que ofreció una embajada de puertas abiertas para todos los compatriotas… Reveló que recibió instrucciones del Presidente Daniel Ortega para cabildear ante las autoridades costarricenses para que les otorgue a los nicaragüenses una amnistía parecida a la Ley Nacara que se aprobó en Estados Unidos… “Creo que nos va a ir muy bien. Hay que tener disponibilidad, estar anuente a todo lo que haga nuestra gente allá y creo que sí necesitamos mejorar las relaciones. El gran reto es ver como se le ayuda a los nicaragüenses que están allá, ver como se les da la mano porque siento que no se ha hecho mucho por ellos”, apuntó el diplomático… Rivas reconoció que para miles de inmigrantes que no han regularizado su situación en esas condiciones no pueden conseguir un trabajo rápido… “El va a aprovechar toda su experiencia en beneficio de los miles de nicaragüenses que están allá”, dijo Santos a los periodistas para recordar que datos oficiales indican que hay 300 mil nicaragüenses en el vecino país… Rivas, quien por varios años fue Cónsul de Nicaragua en Washington, sustituye a Leopoldo Ramírez Eva, quien anteriormente fue embajador en República Dominicana y Costa Rica… Sin embargo, Costa Rica es el único país de Centroamérica que no ha sido visitado por el Presidente Ortega desde que ganó los comicios del 5 de Noviembre, ni recibió en Managua al mandatario tico, Oscar Arias Sánchez…

… LA AMNISTÍA DEL 2000… Entre 1999 y el año 2000, Costa Rica otorgó la primera amnistía general que benefició a más de 150 mil nicaragüenses radicados ilegalmente en ese país, pero desde entonces día a día son miles los compatriotas que cruzan las fronteras… La inmigración nicaragüense es uno de los fenómenos sociales más importantes en la Costa Rica de las dos últimas décadas. Por lo menos así lo percibe la opinión pública. Muchos de los acontecimientos importantes en el país, especialmente aquellos negativos, tienden de modo casi reflejo a vincularse a ella. Si la pobreza o la mortalidad infantil no disminuyen, la culpa se les achaca a los inmigrantes… La realidad, demostrada por el censo del 2000, es que los inmigrantes no llegan a los 300.000, incluyendo a los indocumentados y luego de correcciones por subempadronamiento… Las percepciones exageradas en parte se deben a la mayor visibilidad de los inmigrantes en ciertos ámbitos donde tienden a concentrarse: la Carpio, los Guidos y el Parque de la Merced, entre los adultos jóvenes o en los grupos ocupacionales dedicados al servicio doméstico, la construcción y la seguridad privada…

… IMPACTO POSITIVO… Luis Rosero, catedrático de la Universidad de Costa Rica dice en un estudio reciente que en cuanto al impacto económico, contrario a la creencia popular, estudios serios efectuados en otros países generalmente concluyen que los efectos son benéficos para el país receptor. En Costa Rica, ciertamente el desempleo no ha aumentado a consecuencia de los inmigrantes. Más bien, empresas y personas (incluida la madre de clase media que puede ir a trabajar gracias a la “china” nicaragüense), se han beneficiado de la disponibilidad de esta mano de obra… El inmigrante produce más de lo que consume y paga más por impuestos de lo que cuestan los servicios estatales que utiliza, especialmente en Costa Rica, donde predominan los impuestos indirectos. El inmigrante es, por lo general, un adulto joven, saludable, emprendedor y con frecuencia mejor educado que el promedio. Dada su juventud, usa relativamente poco los servicios de salud y seguridad social. Un problema, sin embargo, es que por su condición de indocumentado no paga el seguro social (en complicidad con su patrono), pero esto es algo que podría corregirse con medidas pragmáticas de afiliación de indocumentados… El inmigrante muchas veces prefiere enviar sus ahorros como remesas que invertir en vivienda, debido a su precaria condición en el país. Ello ha resultado en una proliferación de tugurios y viviendas deficitarias. Ha resultado también en cierta segregación residencial que no es sana para la democracia y paz social de Costa Rica…