Representantes del Consejo Permanente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) urgió a autoridades y sociedad en general a iniciar acciones que saquen de la pobreza extrema a 25 millones de personas y evitar su emigración a Estados Unidos.

Los obispos de Huajuapan, Teodoro Pino Miranda; de Matamoros, Faustino Armendáriz Jiménez, y de Celaya, Lucero Pérez Jiménez, subrayaron que aunado a ello deben abrirse fuentes de empleo e implementarse programas de prevención en el tema migratorio.

Armendáriz dijo que “el servicio de ayuda que brinda la Iglesia se cumple en gran medida en la frontera, porque esos migrantes son quienes la cruzan arriesgándolo todo”.

El problema de la migración, advirtió, tiene que verse desde distintas perspectivas, “una es que a estos inmigrantes se les quiere poner en la categoría de delincuentes y eso es una injusticia cruel”.

Por otro lado, el gobierno tiene que crear programas que sean preventivos, porque la gente se sigue yendo toda vez que en su propio país no hay trabajo y 25 millones de personas todavía se encuentran en pobreza extrema.

El prelado dijo que en Guanajuato, el cual es uno de los tres principales estados expulsores de mano de obra, percibo que pese a los esfuerzos que hace el gobierno por invertir en carreteras y en nuevos servicios de agua para la agricultura, ésto no cubre todo.

Por ello, “hay que pensar de qué manera se puede tener una medida preventiva para que el fenómeno se vaya frenando poco a poco. Mientras haya pobreza y 25 millones de mexicanos viviendo en la total miseria, la tentación a emigrar será siempre, de todos los días”.

Faustino Armendáriz indicó que los obispos, principalmente quienes viven en la zona fronteriza, han insistido en que la
migración es un tema que atañe a México y a Estados Unidos por igual.

Aseguró que la Iglesia, con acciones concretas, trata de permanecer atenta a estas personas en situaciones vulnerables, y por ello ha implementado espacios de atención para lograr que muchos de los que se quedan en las fronteras tengan posibilidades educativas, laborales, de salud.

En tanto, el titular de la Diócesis de Huajuapan de León, Oaxaca, dijo que muchas poblaciones de esa entidad están vacías, los ancianos no tienen quién los atienda debido a que no hay jóvenes y las mujeres que antes se quedaban ahora forman también parte de ese flujo.

Reveló que en su comunidad no hay industria ni posibilidades reales de trabajo, como tampoco de la agricultura, así que viven de lo que les envian desde fuera, además de que desde los 13 años ya ven como algo normal tener que emigrar ante la falta de dinero.

La pregunta a resolver, subrayó, es si esto será circunstancial o permanente, por ello al gobierno le corresponde coordinar acciones para que la gente tenga los medios necesarios y no deje sola la tierra. (Con información de Notimex/GCE)