LUIS AYLLÓN / ERENA CALVO

IBIZA/LAS PALMAS. El jefe del Ejecutivo español negó ayer que haya existido descoordinación en la gestión de la crisis del «Marine I» en la rueda de prensa conjunta ofrecida con el primer ministro de Italia, Romano Prodi, al término de la cumbre hispano – italiana celebrada en Ibiza. Zapatero agregó que el Ejecutivo había tratado este problema teniendo en cuenta las «condiciones humanitarias» y los «derechos de las personas que viajaban en el barco» y, al propio tiempo, el «cumplimiento de la legalidad» para dar «un mensaje a las mafias de que los inmigrantes serán repatriados».

El jefe del Ejecutivo aseguró que resolver la situación «lleva su tiempo» y pidió que «antes de hacer una evaluación, se espere al resultado final». Lo que está claro es que España no aceptará a ninguno de los 299 asiáticos del «Marine I» que a estas alturas continúan en el hangar de Nuadibú a la espera de conocer su futuro. Lo dijo ayer el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, que señaló a su país de origen – supuestamente, India – como único responsable de su retorno.

El principal escollo para liquidar un asunto que las organizaciones humanitarias llevan denunciando desde hace medio mes está en los propios inmigrantes, desveló León. Educados por las mafias, «dan identificaciones incorrectas»; y la India, por su parte, no acepta ciudadanos sin identificar.

Los inmigrantes se encuentran «en general» bien de salud, explica a este periódico Jaime Bará, responsable de Ayuda de Emergencia de Cruz Roja, al tiempo que advierte de las «malas condiciones» del hangar donde viven los inmigrantes. Un punto en el que coincidió ayer León, que además adelantó que podrían cambiar de ubicación.

En un hangar

En el hangar, o en las instalaciones que habiliten, «su ánimo cada vez está más deteriorado», explica a ABC Olga Martín, delegada de Cruz Roja en Mauritania. No es de extrañar. Llevan nueve días en el puerto, otros tantos frente a las costas mauritanas y dos meses en alta mar. «Cada vez hacen más preguntas». Mientras, no cesa el trasiego en Nuadibú. Hoy le tocaba el turno al equipo de Cruz Roja de Las Palmas, que vuelve a casa tras más de una semana de intenso trabajo.

En Gran Canaria, en el centro de Barranco Seco, han pedido acogerse al derecho de asilo dos asiáticos de los 35 derivados a Canarias. El grupo de subsaharianos trasladado a Cabo Verde seguía ayer en una comisaría a la espera de determinar su final, que de solucionarse la crisis en que se encuentra inmerso el país, sería la República de Guinea.