El Magreb visita la cárcel
Las Provincias, 20-02-2007P. H./ VALENCIA
Una exposición solidaria en dos jaimas levantadas en la prisión de Picassent fomenta entre los internos la convivencia y el respeto entre las diferentes culturas Kachemi pudo ayer evadirse un rato en la cárcel de Picassent. Dos jaimas plantadas en el patio con la ayuda de unos diez presos, una exposición sobre las costumbres magrebíes y la música tradicional norteafricana le hicieron sentirse como en casa.
Este joven argelino fue uno de los primeros internos en visitar ayer el montaje organizado por la organización valenciana Jarit en un patio interior del penal de Valencia. Kachemi Kamale, natural de Orán, estaba exultante. Estoy muy contento. Además, esto es muy bueno para mejorar la convivencia, destacaba con una amplia sonrisa.
La muestra
Siente el Magreb
forma parte de Solidària, una serie de exposiciones que recorrerá la Comunitat para involucrar a la ciudadanía en el fomento de la tolerancia, resaltó la consellera de Cooperación, Gema Amor. Este año la campaña irá por 120 municipios, el triple que en 2004.
Queremos que los inmigrantes, los nuevos valencianos, se integren, resumió Amor.
La convivencia entre españoles e inmigrantes dentro de la prisión es bastante buena, según Marcelo Danyi, un eslovaco del centro de Cumplimiento de Picassent. De los 2.400 reclusos de la cárcel valenciana, 400 son extranjeros. Pero si hay un problema es por otra razón, no por motivos de raza o religión, aseguró.
No abundan las fricciones entre norteafricanos, árabes, españoles, subsaharianos o latinoamericanos, entre otras procedencias. De todos modos, suelen formarse grupos de internos de la misma nacionalidad. Es lógico, porque hay más cosas en común, pero tenemos que aprender a tolerarnos más, proponía este joven europeo oriental.
Marcelo destacaba que él no es musulmán, pero tenía muchas ganas de conocer la cultura magrebí, a través de la exposición. Estaba ansioso por verla, subrayó.
Para él, el incentivo fue la lectura, en uno de los cursos de la cárcel, de
No sin mi hija
, una historia ambientada en Irán.
En marzo, a Xàbia
Sergi Almiñana, presidente de Jarit, la organización no gubernamental para el desarrollo (ONGD) que participa en esta iniciativa solidaria, explicó que
Siente el Magreb
se trasladará la próxima semana al centro de Preventivos, para que los internos en prisión provisional (a la espera de juicio) también puedan acceder a ella. Y a finales de marzo, las jaimas viajarán a las calles de Xàbia.
Mokabem Ben Ahmed, miembro de Jarit y más conocido en Ruzafa como Moka, ejerció de guía para la consellera Gema Amor y los directivos de la cárcel. Les explicó cómo es el Magreb a través de los cinco sentidos: el olfato y el gusto con las especias, el oído con la música, el tacto de los instrumentos o la cerámica (muy parecida a la valenciana) y la vista de las imágenes de Berbería o los trajes magrebíes.
Aunque ésta no sea mi cultura, me gusta mucho. Es muy bonito, chapurreaba Antonio Ackon, un preso de Ghana interesado en acercarse a las costumbres de la gente al norte del Sáhara.
phuguet@lasprovincias.es
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