JOSÉ CARLOS GARCÍA/CEUTA

No había duda. La chirigota ‘Los polluelos…’, este año llamada ‘Siempre así’, se convirtió en la gran protagonista del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas 2007. Fueron los más aclamados por el público que abarrotaba el auditorio del Siete Colinas y sus letras siguieron sin dejar indiferente a nadie. Pero la chirigota de los hermanos Pérez Blanca, que este año tuvo que conformarse con el segundo puesto, no sólo estuvo presente la media hora que permaneció en el escenario. Fueron la inspiración de algunos de los letristas de las agrupaciones, unos, como el cuarteto ceutí ‘Del nicho al cielo’ para hablar de «censura» o del «miedo» que pasaron sus componentes el año pasado, y otros como la chirigota de Josemi Romero, la ganadora, para contestar a ‘Los polluelos’ y lanzar, de paso, un balón de oxígeno al Carnaval y a la convivencia al hablar de sus «amigos musulmanes» y recordar que «borrego» y raza nada tienen que ver.

Los aplausos a ‘Siempre así’ – o ‘Los polluelos’, como seguramente pasarán a la historia – debieron salir de todas las filas del auditorio, pero no de los asientos de las autoridades. Después de que el presidente de la Ciudad se viera obligado a dar explicaciones de sus aplausos a ‘Los polluelos’ esta vez no hubo ni el más mínimo amago. Ni Juan Vivas, ni la consejera de Educación y Cultura ni el viceconsejero de Festejos ni el presidente del PP, que los acompañaban aplaudieron a la chirigota que abrió una crisis en la convivencia. Por contra, Juan Vivas, Mabel Deu, Juan Carlos García Bernardo y Pedro Gordillo fueron, probablemente, los que lanzaron el aplauso más entusiasmado a las letras de armonía de la chirigota de Josemi Romero ‘La senda de los elefantes’.

Desde la cárcel

El repertorio de ‘Siempre así’ volvió a hablar de musulmanes y marroquíes, pero el tono distaba mucho del de 2006, aunque su experiencia en este año transcurrido se convirtió en el eje central de su actuación. Con un tipo inspirado en los presos de la base norteamericana de Guantánamo (mono naranja) y una reproducción ampliada de la portada y la noticia que el diario ABC dedicó a la que llamó «chirigota racista» como fondo de escenario, sus letras fueron una crítica a todo lo que no les ha gustado en este tiempo. Cargaron contra los medios de comunicación, contra periodistas que les criticaron y, sobre todo contra el equipo de Juan Vivas, «el Gobierno de un pueblo cobarde», formado con «políticos cagones» a los que invitaron a quedarse con el premio que les quitaron como medida cautelar al ser denunciados y a «seguir dando el trabajo al que viene de fuera».

«Yo no soy un racista» fue lo primero que cantaron estos once jóvenes que aparecieron de presos y sentados en una sala de vistas donde dejaron claro que «la libertad está para algo». En su repertorio denunciaron que muchas personas les «condenaron» y se ensañaron con el «Gobierno de cobardes», que esta vez no les aplaudió. El líder de UDCE, Mohamed Ali, la persona que decidió llevar la actuación de ‘Los polluelos…’ en 2006 a los tribunales tampoco se libró de las críticas ni de ésta ni de otras agrupaciones como el cuarteto ceutí, que llegaron a colocarlo como delegado del Gobierno en un futuro escenario con Mustafa Mizzian como alcalde.

Contra los políticos

Los líderes de UDCE y PDSC no fueron los únicos políticos hacia los que se dirigieron sus miradas los letristas. La consejera de Educación, el viceconsejero de Festejos, el presidente del PP y la secretaria general de los socialistas ceutíes, Antonia Palomo, fueron también diana de las agrupaciones en una noche que fue de transición para el Carnaval ceutí.

Y si en 2006 la chirigota ganadora llamaba «borregos» a los musulmanes, la que venció en 2007 le cantaba a «su amigo Mohamed». Lo decidió el jurado.