Madrid/Nuakchot – Los inmigrantes del buque «Marine I» no tienen quien les
quiera, cuando ha transcurrido ya 19 días desde que iniciaran su periplo
por varios países africanos ante la incapacidad del Gobierno español para
repatriarlos a sus países de origen.
   Ayer, la Media Luna Roja
reveló que las 299 personas que permanecen en Nuadibú (Mauritania) se
encuentran desde que llegaron el lunes hacinadas en un hangar del puerto
con la poca ropa que les han regalado. Su responsable, Ahmedou Ould Haye,
reclamó con insistencia que los inmigrantes que se crea que son de
nacionalidad india sean trasladados «a un lugar salubre y en buenas
condiciones higiénicas».
   Según este responsable, los 299
inmigrantes que permanecen en Nuadibú se encuentran ya en malas
condiciones. Los aseos del hangar, agregó, «están atascados, el techo está
agujereado y hay un olor insoportable que se propaga por todo el lugar».
Además, según el responsable humanitario mauritano, la embajadora de India
en el país africano , Parbati Sen Vyas, sólo ha identificado a una docena
de ellos.
   La Media Luna Roja desmintió que haya dejado de prestar
asistencia a los inmigrantes que iban a bordo del barco «negrero»y que
permanecen en Nuadibú después de que parte de ellos hayan sido enviados a
Canarias y otra parte a Cabo Verde
   La Comisión Española de Ayuda al
Refugiado (CEAR) puso ayer especial hincapié en la situación que viven los
35 inmigrantes que permanecen en Cabo Verde y que se prevé trasladar a
Guinea Conakry una vez que se normalice su situación política, ya que se
considera que el grupo de 35 inmigrantes procede de este país. Advirtió
que si son devueltos a Conakry, que podría ser su país de origen, se
violará el derecho internacional.
   CEAR explicó que ha
localizado a las 35 personas que fueron trasladadas desde el puerto de
Nuadibú a la capital de Cabo Verde, Praia, en una comisaría de Policía,
«donde las autoridades no han permitido que sean visitados por un abogado»
de esta comisión.
   El temor de la organización es que «estos
ciudadanos subsaharianos vayan a ser devueltos a Guinea Conakry en las
próximas horas, según un acuerdo firmado por España, Mauritania y Guinea»
durante la gestión del desembarco de los 369 inmigrantes del buque.
   En este sentido, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado estima que si
se produjera este traslado, el Gobierno español tendría «una
corresponsabilidad en la devolución a Guinea de estos 35 ciudadanos» que
vulneraría el Convenio Europeo de Derechos Humanos. En él se establece que
ninguna persona puede ser devuelta a un país donde corra riesgo de ser
sometida a tratos inhumanos. Mostró su preocupación por que estos
inmigrantes subsaharianos puedan necesitar protección internacional, en
cuyo caso, «estaríamos hablando de refugiados que no han tenido acceso al
derecho de petición de asilo. Si son devueltos a Guinea sin que este
derecho se haya hecho efectivo, ha precisado la ONG, «se estaría
vulnerando el artículo 33 de la Convención de Ginebra que prohíbe poner al
refugiado en fronteras donde su vida corra peligro.
   Guinea Conakry
vive una escalada de violencia desde el pasado 10 de enero, cuando los
sindicatos y otras organizaciones sociales convocaron una huelga general y
manifestaciones de protesta para exigir un nuevo plan económico que saque
al país de la crisis que atraviesa desde hace varios años.
   De los 369 inmigrantes, 35 fueron enviados a Las Palmas para completar
su identificación, otros 35 fueron repatriados a Cabo Verde y el resto,
299, permanecen en Mauritania.
   El caso sigue suscitando reacciones
políticas. Ayer, el secretario general del PP, Angel Acebes, apuntó que la
crisis del buque evidencia la «incompetencia» de la política de
inmigración del Gobierno. Para Acebes, las acciones gubernamentales en
torno a dicha embarcación parecerían una «película de los Hermanos Marx».