La titular juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de la localidad grancanaria de Telde, Isabel Rodríguez Macareno, ordenó ayer prisión provisional incomunicada para el mauritano Mohamed Ould Abderramán, la persona que secuestró el pasado jueves un avión de Air Mauritanie, que aterrizó en la base militar canaria de Gando.


Ould insistió durante dos horas en su versión de que no es un terrorista y que sólo pretendía secuestrar el avión para pedir asilo político en Francia, donde tiene amigos y familiares. El secuestrador ha sido acusado de un delito de apoderamiento ilícito de aeronave, otro de amenazas y tenencia ilícita de armas.


El pirata aéreo, que amenazó al piloto y al copiloto de la aeronave con sendas pistolas cargadas, fue reducido durante el aterrizaje en suelo español, cuando el comandante provocó un frenazo a sabiendas de que el secuestrador no tenía puesto el cinturón de seguridad.


El pirata se desequilibró y cinco de los 79 pasajeros aprovecharon para reducirle. Una azafata, además, ayudó a su inmovilización vertiendo agua hirviendo sobre su entrepierna.


Magullado


El detenido llegó pasadas las 11.30 horas a los juzgados de Telde en el interior de un furgón de la Guardia Civil, que le trasladó desde la Comandancia del instituto armado en Las Palmas, donde había permanecido detenido hasta ahora tras ser dado de alta en el hospital.


Al salir del furgón policial, Mohamed Ould Abderramán, que vestía ropa típica mauritana, presentaba magulladuras y cortes en la cabeza que le produjeron los pasajeros que le redujeron cuando el avión secuestrado tomó tierra en las pistas del aeropuerto de Gran Canaria.


La Unidad Operativa de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas realiza gestiones con las autoridades mauritanas para comprobar la nacionalidad del secuestrador, que llevaba dos documentos de identidad mauritanos a nombre de Mohamed Abderramán, nacido en 1975, aunque todavía no se ha comprobado que sea cierta.


Uno de estos documentos es un carné de conducir en el que, desde un primer momento, se comprobó su nombre, y el otro es un documento de marinero.


El cónsul general de Mauritania en Canarias, Abdou Ould Ahmed Aevir, aseguró ayer a Efe que el secuestrador no es de nacionalidad mauritana a pesar de que declare serlo y que él «nota en el acento» que podría ser argelino o marroquí.