El delegado del Gobierno en Murcia, Ángel González, dijo ayer que está preparada la intervención en el poblado chabolista de inmigrantes de la pedanía lorquina de Ramonete, que se llevará a cabo «en breve» para desmantelar el asentamiento «con todas la garantías para la dignidad de las personas» que viven en él.

En el transcurso de una visita al Ayuntamiento y a preguntas de los periodistas sobre el desmantelamiento del poblado, González dijo que existe «una operación», para la que no facilitó fecha concreta y para cuyo desarrollo «ya se ha hablado con interlocutores sociales, asociaciones de inmigrantes y con el Ayuntamiento».

Según González, el poblado supone un «problema político» relacionado con la situación irregular de los inmigrantes que habitan el asentamiento «y un problema social y humano al que hay que dar respuesta en un estado de derecho».

Añadió que «los jueces están sobre aviso para vigilar la legalidad de las actuaciones», y señaló que cuando, el pasado mes de agosto anunció la intervención en el poblado «no fue una promesa sino que es una realidad muy tangible y muy próxima».

Al ser preguntado por La Verdad sobre si el poblado será desmantelado por completo, González respondió a los periodistas que «pueden utilizar ustedes el término que quieran», pero precisó que «lo que se va a hacer es actuar en una situación que es anormal, con todas las consecuencias y todas las garantías que debo exigir».

Mejorar la situación

El delegado del Gobierno insistió en que la operación que se desarrollará en el poblado no tiene el objetivo de «reprimir» sino «de mejorar» la situación de los inmigrantes que habitan la zona próxima a la rambla de Los Curas.

El poblado comenzó a constituirse hace más de ocho años y en la actualidad nadie conoce con exactitud el número de inmigrantes norteafricanos que lo habitan, que suma varios centenares.

Sus moradores son únicamente hombres, se estima que la mayor parte de ellos indocumentados en España, y viven en chabolas construidas con palos, alambres y plásticos de invernadero, sin luz eléctrica, ni agua, aunque varias decenas de ellos han encontrado refugio en grutas naturales de las montañas del paraje de Los Curas, según fuentes vecinales.

Hace varios años La Verdad se introdujo en uno de esos campamentos en cuyas entradas se almacenan un gran número de vehículos desguazados y quemados. Algunos inmigrantes relataron en la situación en qué vivían y cómo habían llegado desde su país, en pateras y escondidos en vehículos.