Ciudad Real – La realidad de la inmigración es para muchos un camino lleno
de baches. Abandonan sus países para buscar un futuro mejor para su
familia, pero siempre hay alguien que se quiere aprovechar de sus
necesidades. En este caso, una familia que conocía muy bien los problemas
de los inmigrantes del norte de África, ha aprovechado la ocasión para
estafar a sus compatriotas.
   Los cuatro miembros de una familia de
origen marroquí, los padres y los dos hijos del matrimonio, han sido
detenidos en Puerto Lápice (Ciudad Real) acusados de estafar más de un
millón de euros a compatriotas suyos a los que ofrecían su estancia legal
en España mediante contratos de trabajo y permisos de residencia ficticios.
   El delegado del Gobierno, Máximo Díaz – Cano, quien hizo un balance de la
evolución de la criminalidad en la provincia de Ciudad Real durante el
pasado año, señaló que estas personas, que tienen entre 20 y 46 años de
edad y ya han pasado a disposición judicial, pueden haber estado actuando
de manera fraudulenta durante los tres últimos años.
   Según
explicó, los afectados pueden haber sido unas 150 personas, a las que
cobraban unos 10.000 euros por, supuestamente, gestionarles su presencia
legal en territorio español con contratos de trabajo y permisos de
residencia fraudulentos.
   Díaz – Cano explicó que la situación se
empezó a detectar en el mes de junio del pasado año, cuando en el área de
Trabajo de la Subdelegación del Gobierno se constató el registro de
numerosos contratos de trabajo con el mismo domicilio del contratador y
siempre para el mismo trabajo, la venta ambulante en mercadillos.
   A
los detenidos, entre otros efectos, se les han incautado 3.000 euros en
efectivo, escrituras de bienes inmuebles, posiblemente comprados con el
dinero de sus compatriotas, un ordenador, y diverso material para realizar
el registro de contratos.