Madrid – India está dispuesta a admitir a los inmigrantes del «Marine I»
que aguardan aún en Mauritania su repatriación, pero únicamente a los
indios. La embajadora de este país asiático en España, Suryakanthi
Tripathi, lo dijo con claridad meridiana ayer en Valladolid durante su
participación en un foro empresarial. «Lo primero es identificar las
nacionalidades y si son indios, les devolvemos» a India. Advirtió que
muchos inmigrantes del buque «negrero» proceden del sudeste asiático y las
personas originarias de esta zona «tienen un físico parecido» por lo que
puede llevar tiempo determinar la nacionalidad de cada uno de ellos si se
niegan a facilitarla.
   La crisis del «MarineI» será objeto de debate
en el Parlamento. El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció en Valencia
que el próximo miércoles preguntará en el Congreso al presidente del
Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por el «trato vejatorio» padecido
por el centenar de policías nacionales destacados en Mauritania que
ayudaron en las tareas de identificación y repatriación de los inmigrantes
del buque. Además, sostuvo que si no obtiene una respuesta satisfactoria
pedirá un pleno extraordinario para tratar este asunto. La vicepresidenta
primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, no tardó en
contestar a Rajoy y durante su habitual comparecencia tras el Consejo de
Ministros. Señaló que el Gobierno «siempre» desea que todos los colectivos
trabajen en las mejores condiciones, aunque «a veces» las circunstancias
para su ejercicio son «difíciles».
   A las críticas
sobre la política migratoria se unió la secretaria ejecutiva de Política
Social del PP, Ana Pastor, quien aseguró que el problema de la inmigración
en España es «mucho peor que hace tres años, muchísimo peor», como
consecuencia de la gestión del Gobierno socialista, que insistió en que ha
creado un «efecto llamada».
   Desde ese parecer, si hubiera
que calificar con una nota la política del Ejecutivo en dicha materia,
éste habría sacado «un cero absoluto, y porque no hay menos dos», afirmó
Pastor en Las Palmas de Gran Canaria, donde inauguró una «Conferencia de
Inmigración» organizada por su partido. Una conferencia en la que, como
«partido no sólo de oposición, sino también de gobierno», el PP proyecta
definir «alternativas» a la política socialista. Política que opinó se
caracteriza por su práctica inexistencia, según la dirigente popular, que
matizó que, en todo caso, el Ejecutivo, cuando ha hecho alguna gestión de
la inmigración, «la ha hecho para crear problemas».