DIONISIO BENITO GONZÁLEZ CRIMINÓLOGO

«Los menores inmigrantes quedan de repente en el desamparo cuando cumplen 18 años»

Ha realizado un extenso trabajo sobre la acogida de menores extranjeros en el País Vasco

Diario Vasco, 16-02-2007

ARANTXA ALDAZ/

La acogida de menores inmigrantes es «una realidad de la que se habla mucho, pero de la que se conoce poco». Por eso, ocho criminólogos guipuzcoanos (Maitane Leguina, Nerea Bustillo, Leyre Arto, Francisco Javier Pérez, Andoni Picabea, Dionisio Benito, Mikel Sarasola y Ahoztar Zelaieta) han realizado un extenso trabajo sobre la situación de los menores extranjeros en Euskadi. De las conclusiones del trabajo se desprende que las instituciones responsables «no han sabido adelantarse» a una realidad latente.

- ¿Son suficientes los recursos que se destinan a la atención de los menores inmigrantes?

- No están siendo suficientes, por lo menos en lo referente al trabajo humano. No contamos con el número de profesionales necesarios. Se pueden mejorar sus condiciones y su preparación en el idioma. Tampoco creemos que el material y el entorno donde se trata a estos menores sea adecuado.

- ¿Qué carencias hay en el sistema?

- Los menores son los nuevos protagonistas de los procesos migratorios en el panorama internacional. Los técnicos en su gran mayoría hacen su trabajo correctamente, pero hay que conseguir que todos los servicios públicos que trabajan en el ámbito del menor inmigrante caminen hacia la misma dirección. Hay un protocolo de acogida por escrito, que debe ser más efectivo en la práctica. Uno de los problemas es que la cadena de custodia se rompe cuando el menor cumple los dieciocho años. Se viene al traste todo el trabajo anteriormente hecho. Hay bastante controversia entorno a este tema, porque los menores quedan de repente en el desamparo.

- ¿El cruce de declaraciones entre las instituciones el último entre la Secretaría de Estado para la inmigración y las diputaciones confunde al ciudadano?

- Claro. Al desconocimiento social se une la confusión. Si los profesionales de la cadena de custodia no se ponen de acuerdo, al final el problema se agudiza.

- Se asocia delincuencia con inmigración, y más aún, con inmigrantes marroquíes, ¿son un colectivo especialmente conflictivo?

- Los jóvenes en Euskadi consideran que hay bastantes inmigrantes y abogan por frenar su entrada. Muchas de estas opiniones coinciden con el pensar del adulto. Las asociaciones de inmigrantes marroquíes en Euskadi critican a menudo el tratamiento que los medios realizan sobre el tema. En general hay un desconocimiento real del caso y de las diferentes culturas. La sociedad musulmana, por su parte, reconoce que no ha sabido explicar su cultura y actividades.

- Hace unos meses saltó a los medios los problemas del centro de menores de Tolosa. ¿Qué lectura hacen de lo sucedido?

- Es probable que haya cogido de sorpresa a la sociedad por el desconocimiento e ignorancia hacia muchos problemas sociales que venimos padeciendo desde hace bastante tiempo. Deberíamos de ser más exhaustivos con los grupos de prevención. Uno de los problemas es que no hemos sabido adelantarnos al problema. Estamos por detrás de otras comunidades cercanas, como Navarra, donde la inmigración es una realidad palpable desde hace muchos años. En Euskadi, el tema político ha acaparado la actualidad y se nos han escapado otros problemas, como el de la inmigración. Estamos a tiempo de corregirlo.

- Los enfrentamientos con bandas latinas han causado problemas en Alcorcón, ¿pueden llegar a Gipuzkoa ese tipo de problemas?

- Es verdad que se han detectado comportamientos de bandas juveniles en Donostialdea, Pasaia e Irun, que imitan muchos de los comportamientos de las bandas latinas. No tienen ni jerarquía ni una organización estructurada, más bien utilizan iconos y comportamientos parecidos para hacerse notar. Aun así, se siguen muy de cerca la evolución y el comportamiento de estos grupos para evitar que se den situaciones similares a las registradas en Madrid y en Barcelona.

- Para el estudio se han entrevistado con los responsables de las mezquitas en Euskadi, ¿ qué realidad ven ellos?

- Son muy conscientes de la realidad social del menor en Euskadi y en España en general. Las mezquitas de Zumarraga, Azkoitia, Vitoria, Errenteria, Bilbao y Eibar, al igual que la única asociación de mujeres árabes y musulmanas (Safa), coinciden en que estarían interesados en colaborar con la Administración siempre que se dieran una serie de condiciones profesionales y que los empleados sean técnicos en las diferentes áreas. Serían unos interlocutores muy interesantes para concienciar a unos menores que debido a su idioma, religión y condición social se les hace más difícil integrarse en esta sociedad.

- ¿Qué se puede hacer para mejorar la atención e integración de estos menores?

- Se habla del sujeto pero no se le da voz para conocer desde sus adentros verdaderamente lo que siente y piensa. Los menores marroquíes son muy reacios para abrirse a un adulto en general, más y aún si es extranjero, mujer, funcionario… por miedo y por diferentes conceptos de la vida. Uno de los primeros pasos sería que las personas competentes pudieran ser árabes musulmanas. Facilitaría mucho a los demás profesionales autóctonos, debiendo ser éstos los que cojan el relevo y la responsabilidad en su proceso de adaptación y progreso del menor inmigrante marroquí. n

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