La Guardia Civil detuvo anoche al secuestrador de un avión de Air Mauritania, después de que el aparato tomara tierra en la base militar de Gando, en Gran Canaria, a las 19:15 horas.

El avión, un Boeing 737-300 en el que viajaban 71 pasajeros y ocho tripulantes, fue secuestrado poco después de despegar de Nuakchot, en Mauritania, y una vez se dirigía a Las Palmas, previa escala en Nuadhibu, y cuando Marruecos denegó su aterrizaje en el Sáhara, puso rumbo a Gran Canaria.

A su llegada a Gando, efectivos de la Guardia Civil tomaron posiciones en torno al aparato, mientras se acercaba una escalera y se iniciaba una negociación con el secuestrador, un hombre mauritano y de origen saharaui que estaba armado con dos pistolas, una de ellas con una bala en la recámara. No obstante, el delegado del Frente Polisario en España, Brahim Gali, aseguró ayer que el secuestrador no es de origen saharaui. Gali precisó que se trata de un marroquí, con nacionalidad o pasaporte de Mauritania.

Al parecer, pretendía dirigirse a Francia, pero el comandante de la aeronave le informó de que no disponían de combustible suficiente, dado que iba a realizar un vuelo doméstico entre Nuakchot y Nuadhibu, en el norte de Mauritania.

El piloto trató de llegar al aeródromo marroquí de Dakhla, en el Sáhara occidental, pero las autoridades no permitieron el aterrizaje. Ante las amenazas del pirata aéreo, el comandante pidió permiso para dirigirse a Canarias.

Desde la torre de control se trataba de convencer al secuestrador para que depusiera las armas y, tras la negociación, el individuo aceptó entregarse, momento en el que los efectivos del instituto armado tomaron el aparato, pero la propia tripulación y los pasajeros ya habían reducido al pirata aéreo.

El secuestrador fue trasladado hasta dependencias de la Guardia Civil, donde era interrogado antes de pasar a disposición judicial.

Trece pasajeros evacuados a hospitales, cuatro de ellos menores.- Un total de trece de los 71 pasajeros del avión secuestrado ayer fueron trasladados a diversos hospitales de Las Palmas para ser atendidos de sus heridas. El 112 confirmó que tres mujeres fueron evacuadas al Hospital Insular, dos hombres y una mujer a la Clínica del Perpetuo Socorro, otras tres mujeres a la Clínica de San Roque, y cuatro menores al Materno Infantil. Algunos de los heridos asistidos por el 112 tras el aterrizaje del avión en el aeropuerto de Gando presentan fracturas leves, mientras que otros padecen torceduras de tobillo, magulladuras, policontusiones y erosiones, todas ellas leves. El 112 envió a Gando siete ambulancias, con una veintena de médicos, enfermeros y técnicos para atender a los heridos.

El tráfico aéreo, retenido.- El aeropuerto de Gando se reabrió al trafico aéreo a las 20:40 horas locales, después de permanecer cerrado desde las 19:30 horas. El aeródromo intentaba volver a la normalidad con la salida de doce vuelos que se habían retrasado. Asimismo, otros siete vuelos con destino a Gran Canaria tuvieron que desviarse a los aeropuertos de las islas cercanas por la imposibilidad de tomar tierra.

Un breve historial de secuestros.- El número de secuestros o intentos de secuestro en los que se han visto involucrados aeropuertos o aviones españoles desde 1969 asciende a dieciséis, incluyendo el episodio que finalizó ayer en Las Palmas. El último caso tiene fecha de 25 de agosto de 1999, cuando un ciudadano marroquí secuestró un Boeing 737-400 de la compañía Royal Air Maroc procedente de Casablanca que fue desviado al aeropuerto de El Prat de Barcelona. El secuestrador pretendía dirigir el avión a Francfort tras repostar combustible en Barcelona, pero tras cinco horas de negociaciones depuso su actitud y liberó a los 68 pasajeros y a los ocho miembros de la tripulación. El primer rapto sucedió el 12 de diciembre de 1969, cuando tres miembros del Frente de Liberación de Eritrea intentaron retener un avión de la Ethiopean Airlines, que hacía la ruta Madrid-Addis Abeba, con la intención de hacer estallar la nave en Estocolmo. El episodio que más duró fue el ocurrido el 14 de marzo de 1977, cuando un italiano secuestró durante 46 horas el vuelo de Iberia que partió de Barcelona rumbo a Palma de Mallorca. El avión recorrió más de 13.000 kilómetros haciendo varias escalas, la última en Zurich, donde fue desarmado el secuestrador, cuya intención era recuperar a dos hijas de corta edad de las que se encontraba separado. De los dieciséis sucesos de este tipo, dos se registraron en Canarias, ambos en el aeródromo de Fuerteventura, el primero de ellos el 6 de agosto de 1979 y el segundo, el 23 de junio de 1982.