La Guardia Civil detuvo anoche al secuestrador de un avión de Air Mauritania, después de que el aparato tomara tierra en la base aérea de Gando, en Gran Canarias. El avión, un Boeing 737 – 300 en el que viajaban 71 personas y ocho tripulantes, fue secuestrado poco después de despegar del aeropuerto de Nuakchot. Marruecos denegó el aterrizaje en el Sáhara por lo que la aeronave puso rumbo a Canarias.

Una vez en el aeropuerto de Gando, efectivos de la Guardia Civil tomaron posición en torno al aparato, mientras que se acercaba una escalera al mismo y se iniciaba una negociación con el secuestrador, un hombre de origen mauritano y que estaba armado con dos pistolas.

Al parecer, el secuestrador pretendía dirigirse a Francia, pero el comandante de la aeronave le informó que no disponían de combustible suficiente, dado que iba a realizar un vuelo doméstico entre Nuakchot y Nuadhibu, en el norte de Mauritania. Por este motivo, el piloto del avión trató de llegar al aeródromo marroquí de Dakhla, en el Sáhara occidental, pero las autoridades de aquel país no les dejaron aterrizar. Ante las amenazas del pirata aéreo, el comandante pidió permiso para dirigirse a las Islas Canarias.

Hasta la base de Gando se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, mientras que desde la torre de control se trataba de convencer al secuestrador para que depusiera las armas. Tras la negociación, el individuo aceptó entregarse, momento en que los efectivos del instituto armado tomaron el aparato, pero la propia tripulación ya había reducido al pirata aéreo.

Personal del Servicio de Emergencias y Seguridad del Gobierno canario atendió en el aeropuerto de Gando a una veintena de pasajeros del vuelo MR465 de Air Mauritania secuestrado, informaron fuentes del 112.

Los heridos presentaban policontusiones y erosiones de carácter leve y no había constancia de que hubiera heridos de consideración grave.

Despliegue

El dispositivo sanitario del 112 trasladó hasta el aeropuerto de Gando siete ambulancias: dos medicalizadas, dos básicas, dos de soporte vital básico y una sanitarizada, con una veintena de médicos, enfermeros y técnicos para atender a los posibles heridos.

Las Fuerzas de Seguridad interrogaban a últimas horas de la tarde de ayer a través de un intérprete al secuestrador, e investigaban si había algún implicado más en esta acción, ya que algún pasajero había apuntado la posible participación de otras personas en el secuestro.

Testigos presenciales dijeron haber visto algunas personas que, tras salir del avión, echaron a correr por las pistas del aeropuerto.