España ofrece en Dakar trabajo a 700 pescadores senegaleses

El Periodico, 16-02-2007

España intenta convencer a los países africanos de que se puede emigrar sin necesidad de meterse en un cayuco. Esta es la filosofía de la declaración de intenciones que ayer firmó en Dakar el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, con su homólogo senegalés, Aliou Sow. El objetivo es ofrecer formación y contratos a pescadores profesionales senegaleses para que trabajen en aguas españolas. El Gobierno, que hace de intermediario entre las peticiones de los empresarios españoles y el país africano, ya ha recibido 165 solicitudes en firme por parte de grandes empresas españolas y pequeñas cofradías, entra ellas alguna de Tarragona. Pero las previsiones de Caldera apuntan a que se pueden llegar a contratar a 700 personas.
Hay pocos africanos que sepan tanto de pesca como los senegaleses. Y también hay pocos españoles que se quieran pasar meses en el mar, según reconoció el titular de Trabajo durante su visita relámpago a Dakar. En Senegal, unas 60.000 personas se dedican a la pesca artesanal, aunque todo el sector emplea a unas 100.000. Por eso, los empresarios pesqueros españoles han puesto los ojos en aquel país, principal punto de salida de cayucos hacia Canarias.
Según el acuerdo, los candidatos que sean seleccionados recibirán un curso de formación en el arte de la pesca que durará unos 15 días y en el que se incluirán nociones básicas de español. Las clases serán impartidas por técnicos del Instituto Social de la Marina, que pertenece a Trabajo y Asuntos Sociales. Una vez formados, firmarán contratos de entre siete y 10 meses. Todos ellos podrían empezar a trabajar en aguas españolas – – tanto en bajura como en altura – – en pocos meses.

VÍAS LEGALES
Esta es la primera vez que España contrata en origen a inmigrantes subsaharianos para el sector pesquero, pero no para otros empleos. Unos 75 africanos llevan tres semanas trabajando para Acciona y Sacyr Vallehermoso gracias a un acuerdo similar entre el Gobierno español y las autoridades de Dakar. La modalidad de contratación en origen por parte de España, que en el caso de los senegaleses se quiere ampliar también a la hostelería, está muy extendida en los países latinoamericanos y es una de las pocas vías legales para trabajar en España.
Aunque en la visita a Senegal del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a finales del año pasado, se habló de la posibilidad de ofrecer contratos a 4.000 senegaleses, ni el ministro Caldera ni el titular de Interior senegalés, Ousmane Ngom, quisieron ayer concretar la cifra. “Hay miles y miles de jóvenes que desean irse, pero nosotros queremos que lo hagan por la vía legal y con condiciones decentes”, se limitó a explicar Ngom.

AGRICULTURA Y CONSTRUCCIÓN
Caldera, que se reunió también con el presidente de la república senegalesa, Abdoulaye Wade, recibió además la petición de que se extienda el pacto de contratación pesquera a otros sectores, como el de la agricultura y la construcción.
Una vez que empiecen a trabajar, los pescadores senegaleses cobrarán mucho más que en su país de origen. Aunque Caldera no concretó el sueldo exacto, los pescadores de bajura en España pueden cobrar, en el mejor de los casos, unos 3.000 euros al mes, una cantidad abismal comparada con los 100 euros a los que asciende el salario mínimo profesional en el país subsahariano. La media salarial en aquel país es de 200 euros mensuales.

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