"La Opinión". MÉXICO: "Visita al gobernador Richardson"
Discuten viabilidad de reforma que regularice situación de obreros indocumentados
Prensa Latinoamericana, 15-02-2007Eileen Truax
SANTA FE, Nuevo México.— La visita de la caravana de la Marcha Migrante al gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, provocó que los pocos integrantes que continúan en este punto del recorrido durmieran poco, manejaran mucho, enfrentaran una fuerte nevada e incluso que dos de ellos abandonaran al grupo.
Enrique Morones, presidente de la organización Ángeles de la Frontera, se entrevistó con el gobernador en el capitolio de Nuevo México, en la ciudad de Santa Fe, en donde por 15 minutos conversaron sobre la viabilidad de una reforma migratoria que regularice la situación de los trabajadores indocumentados.
“Me preguntó cuál es la reforma que nosotros apoyamos pero yo le dije que no estamos debatiendo una u otra propuesta porque no queremos divisiones”, dijo Morones. “Coincidimos en que se necesita una ley que permita a quienes ya están aquí legalizarse, y a quienes quieren venir a trabajar, hacerlo sin tener que morir en la frontera”.
El dirigente consideró que esta visita a Richardson es importante debido a las posibilidades que tiene el gobernador de convertirse en un candidato durante las elecciones presidenciales de 2008.
“Él está anunciando su deseo de ser el candidato presidencial. Sabemos que es poco probable que sea el candidato a presidente, pero sí creo que puede ser un buen candidato a vicepresidente, y eso abriría una puerta a los temas que nosotros creemos que se deben impulsar”, explicó Morones. “Podría ser una buena mancuerna con alguien como John Edwards”.
Benigno Peña, presidente del Concilio de Inmigración del Sur de Texas y quien acompañó a la caravana hasta el martes pasado, también consideró fundamental la visita a Richardson. “Yo creo que es bueno porque es hispano y debe tener ese tema muy cerca en su agenda”, dijo. “Tal vez es temprano en los tiempos políticos, pero creo que puede correr seguro para vicepresidente, y ya en el nivel federal, él puede influir para que tengamos más políticas a favor de los inmigrantes ”.
Morones fue informado hace varios días de que Richardson lo recibiría esta semana. Sin embargo, fue apenas el martes por la tarde, cuando el grupo se encontraba en San Antonio, que llegó la confirmación para la cita, el miércoles a las 11:00 a.m. Es decir, había que manejar casi 800 millas y dormir no más de cuatro horas para estar a tiempo con el gobernador.
Ante esta situación, sólo cinco integrantes de la caravana, distribuidos en dos vehículos, decidieron continuar el recorrido. Algunos activistas, como el grupo encabezado por Peña, anunciaron que alcanzarán a la marcha en Los Ángeles durante el evento programado para el viernes 16.
La marcha salió de San Antonio por la tarde, pero cerca de la medianoche Russel Dehnel, activista de derechos humanos, quien viajaba acompañado de su hijo Matthew, decidió abandonar el grupo por sentir que la presión en la agenda no tenía como prioridad mantener unidos a los integrantes de la caravana, sino llegar con Richardson a toda costa.
“No veo el caso de manejar 800 millas para ir a una reunión a la que ni siquiera sé si podemos entrar. Creo que ha hecho falta que los integrantes del grupo se reúnan a platicar e informar del plan a todos”, comentó Dehnel antes de volver a San Diego, aunque aseguró que tanto él como su hijo estarán presentes en el evento del viernes.
En este momento la Marcha Migrante, ahora formada sólo por un vehículo y tres personas, viaja directo hacia Los Ángeles, en donde se celebrará el que posiblemente será su evento más importante y donde se reincorporarán varios de los activistas que han estado en la caravana a lo largo de las últimas dos semanas. El fin de semana se realizarán en la ciudad de San Diego un evento para escuchar las historias recopiladas durante el recorrido, y una caminata por el muro fronterizo.
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