Milena Varón

Como una pesadilla de la cual no se pueden despertar definió José Eliseo González el drama que él y seis miembros de su familia viven desde el pasado 7 de febrero cuando fueron desalojados de su propia casa en el sur centro de Los Ángeles.

La familia, oriunda de San Rafael Oriente en San Miguel, compró la propiedad en enero de 2005. Y nunca pensaron que dos años después la misma persona que vendió la propiedad llegaría con una orden de desalojo, porque el inmueble estaba envuelto en un pleito jurídico.

“Fuimos a la corte a tratar de explicar la situación, pero nos dijeron que nos iban a sacar”, explicó González, de 43 años y jardinero de profesión.
Pago puntual no valió

Aunque la familia había pagado puntualmente de los dos préstamos que se adeudan por la propiedad, y existe un título a nombre de ellos, los alguaciles del condado de Los Ángeles ejecutaron la orden y sacaron los González a la calle.

“Yo les supliqué, les dije que mi hija estaba enferma y que no puede estar expuesta al sol o al frío por mucho tiempo, les mostré que ella come por una sonda, pero no les importó”, relató Mercedes Gaitán.

Los compatriotas pensaron que las autoridades iban a respetar los derechos de una bebé nacida en Estados Unidos, sin embargo, la distrofia muscular que padece la pequeña Marbella, de 14 meses, no fue tomada en cuenta.

Según Joe Johnson, supervisor de Investigadores de Asuntos del Consumidor, el caso compromete a la persona que vendió el predio, aunque advirtió: “Tal vez nunca podamos restituir la propiedad”.

Más de $100,000 invirtieron los compatriotas en su casa, que compartían con otra familia que les exigen indemnización por el desalojo.

Actualmente, los González viven en un hotel, mientras encuentran un lugar donde les puedan rentar. José Eliseo fue internado en un hospital, y la pequeña Marbella ha presentado quebrantos de salud.