Exteriores no desbloquea la crisis del «Marine I» tras negociar dos semanas
ABC, 15-02-2007LUIS DE VEGA
RABAT. La crisis del «Marine I», remolcado ayer a un destino desconocido por una embarcación española, no termina de cerrarse y da la impresión de que no hay la más mínima coordinación entre las autoridades mauritanas y las españolas. La trifulca se trasladó ayer a la arena política, donde el PP no ahorró en críticas hacia el Gobierno. Sobre el terreno, en Nuadibú, seguían anoche 299 de los 370 inmigrantes que intentaban llegar con el buque desde la República de Guinea a Canarias cuando se les averió el motor en medio del Atlántico. El proceso de repatriación no sólo está siendo mucho más lento de lo previsto, sino que, como comentan fuentes locales, es un auténtico caos.
En el hangar de Nuadibú, la Cruz Roja ya no sabe qué hacer con los inmigrantes. «Hacemos lo que podemos, y les seguimos atendiendo en el hospital de campaña». La organización humanitaria no sabe cuántas horas o días más seguirán así, porque nadie aclara nada. Si por las autoridades mauritanas fuera, los expulsaban inmediatamente, sin importarles el destino o el cumplimiento de sus derechos, según los testimonios recogidos por ABC. Exteriores informó de que la embajadora de la India en Mauritania tiene prevista su llegada a Nuadibú hoy para impulsar las repatriaciones.
Aunque desde el mismo departamento reconocían ayer que la situación es «compleja», al proceder la mayoría de emigrantes «de una región con frecuentes movimientos de población». Por ello, «se necesitará más tiempo para todas las labores de documentación».
Descoordinación
Las órdenes no se sabe a menudo de dónde salen. Se envían autobuses con inmigrantes al aeropuerto que después han de esperar horas. Los pasajeros de los aviones han de bajar tras estar embarcados. Despegan aviones sin ni siquiera hacer público su destino. Los encontronazos hicieron que en la noche del martes varios diplomáticos españoles se quedaran encerrados en las instalaciones del puerto durante unos minutos. El avión de un grupo de agentes españoles que iba a ser relevado fue bloqueado por las autoridades militares mauritanas, que les obligaron a llevarse con ellos a un grupo de asiáticos, que son los 35 que llegaron en la madrugada de ayer a Canarias con 63 policías.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se ha ofrecido a España para cooperar por si alguno de los 35 inmigrantes pudiera ser considerado como refugiado por sus «circunstancias excepcionales». Todos ellos están en el centro de Barranco Seco de Gran Canaria, tras pasar la noche del martes en la sala de rechazados de Gando.
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