Asesinado de 20 puñaladas un estellés a la puerta de su casa en el barrio de la Merced
Diario de Navarra, 15-02-2007Luis Alvés Jiménez, vecino de Estella de 43 años y soltero, murió ayer apuñalado a las puertas de su domicilio del barrio de la Merced cuando se dirigía a su trabajo en la empresa Tasubinsa, que da empleo en el polígono de Villatuerta a personas discapacitadas. Una vecina que encontró el cuerpo a las 7.40 horas alertó del suceso a través de su teléfono móvil al 092. Horas después, agentes de la Guardia Civil detenían a J.J.A.P., de 18 años y vecino del mismo barrio, como presunto autor del asesinato. Se desconocen los motivos que llevaron al apuñalamiento. La titular del Juzgado de Instrucción nº1 de Estella ha decretado el secreto de sumario y no han trascendido más detalles.
A las 7.40 horas, una vecina encontró en el suelo el cuerpo de Luis Alvés, a escasos metros del portal número 4 de su piso, donde vivía solo. En un primer momento, pensó que había sufrido un desfallecimiento debido a su condición de diabético. Al acercarse y ver que se encontraba en medio de un charco de sangre, avisó desde su móvil al 092 y contactó a través de esta número con la Policía Municipal de Pamplona que, a su vez, avisó a los agentes de Estella.
Hasta el barrio de La Merced se desplazaron también la Guardia Civil y la ambulancia con el personal de la UVI móvil del Hospital García Orcoyen, que intentó sin éxito la reanimación. La muerte se produjo a causa de una veintena de puñaladas, la mayor parte en el pecho, dos en el estómago y una en la mano. Pasados unos minutos de las 10 de la mañana, la juez ordenó el levantamiento del cadáver, que fue conducido al Instituto Anatómico Forense de Pamplona para practicarle la autopsia.
En busca del arma
Guardia Civil se hizo entonces cargo de la investigación coordinada con el Juzgado de Instrucción número 1 de Estella. En una nota emitida por la Benemérita se indica que la colaboración ciudadana fue decisiva para la detención de J.J.A.P., a quienes los agentes condujeron por la tarde hasta lugar de los hechos en busca del arma homicida en la ribera del río Ega. No ha transcendido si lo encontraron. La juez ha decretado el secreto de sumario.
Por la mañana, la presencia policial había continuado en el barrio una vez levantado el cadáver para comenzar a peinar la zona en busca de pistas y del arma homicida. El hallazgo de una bolsa teñida de rojo por uno de los policías hizo pensar en un primer momento que podía encontrarse en su interior, un indicio falso al comprobar que era pintura y no sangre lo que causaba el color. Los agentes movilizados recorrieron el barrio y extendieron el operativo al otro lado de la carretera, a una zona en cuyas proximidades se encuentra el cementerio de Estella.
Hacia la estación de autobuses
El asesinato de Luis Alvés se produjo cuando se dirigía a la estación de autobuses como cada mañana para coger el autocar que le desplazara hasta Tasubinsa, donde trabajaba desde que tenía 16 años junto a otros ochenta compañeros con discapacidades intelectuales. Todo apunta a que el presunto autor del crimen le podría estar esperando en la puerta. «Estaba enloquecido y se lo ha llevado a él por delante como podría haberse llevado a otro», apuntó un vecino que no quiso identificarse.
El funeral de Luis Alvés se celebrará hoy en Lodosa, localidad en la que vive su madre y sus tres hermanas. La asociación gitana Ker Kalí de La Merced – barrio con presencia mayoritaria de esta etnia – baraja la posibilidad de convocar una misa. «A pesar de todo, este es un barrio tranquilo», decía ayer su presidente Jesús Amador Jiménez.
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