IGNACIO LILLO/MÁLAGA

Que Málaga se ha convertido, por sus favorables condiciones económicas, en un destino para los extranjeros en busca de trabajo, es un secreto a voces. Pero la nueva realidad demográfica de la ciudad se hace plenamente patente en las estadísticas de los Servicios Sociales Comunitarios. Según los datos de este organismo municipal, los inmigrantes ya son los destinatarios de la mitad de las ayudas del Ayuntamiento de Málaga.

El aumento en el número de personas atendidas cada año ha sido exponencial desde el 2000, momento en que se inicia la llegada masiva de foráneos. Entonces, 387 inmigrantes pasaron por sus dependencias. En 2004 ya eran 1.500. Y el pasado año se cerró por encima de los 2.000 demandantes.

Aunque el promedio es del 50% de usuarios no nacionales, Manuel Jiménez, director del Área, aclaró que este factor varía según el tipo de prestaciones. Uno de los que más demanda recibe es el albergue municipal. De 1.527 acogidos, el 61,75% (943 personas) eran de otra nacionalidad. Esto es, dos tercios de los atendidos en 2005. En algunos momentos se alcanza hasta el 90% de los internos.

En el centro de acogida no sólo reciben manutención y techo sin límite de estancia, sino también asesoramiento para la búsqueda de empleo y ayuda psicológica. Los pisos tutelados son un recurso especialmente enfocado a los inmigrantes. Están gestionados por ONG como Málaga Acoge y Cáritas, y tienen una alta rotación, con estancias de entre tres y seis meses, «hasta que se integran», apostilló.

Ayudas de alquiler

Otro de los servicios que más presupuesto absorbe es la vivienda. Bienestar Social subvenciona arrendamientos a personas con bajos ingresos, de los que el 70% ya van destinados a residentes no nacionales. En muchos casos se trata de personas que acaban de aterrizar, y la falta de una red social y familiar hace mella en sus vidas. En el reciente concurso para la concesión de viviendas de VPO han resultado adjudicatarios un buen número de vecinos de origen extranjero.

Los servicios municipales también ofrecen prestaciones económicas directas, por ejemplo, para el pago de recibos. El principal requisito para ser perceptores es estar por debajo de los límites de ingresos publicados en la ordenanza, esto es, un 50% del Salario Mínimo Interprofesional, y estas personas lo cumplen.

Además, cuentan con orientación profesional y familiar, mediante el proyecto Equal, ‘Piensa global, actúa local’. Una iniciativa comunitaria del Fondo Social Europeo y el propio Consistorio, que financia a diversas organizaciones humanitarias para atender las demandas de consejo laboral, jurídico y becas de formación en cuestiones tan básicas como el propio idioma español, con un presupuesto de 712.000 euros hasta mediados de 2007.

En total, más de tres millones de euros anuales de inversión, (incluye la cooperación al desarrollo) de la que el gobierno municipal aporta el 60%. «Recibimos pequeñas ayudas de la Junta en varias convocatorias. Ahora, se intenta que la aportación sea permanente, mediante transferencias directas», explicó el director. A su juicio, Málaga necesita el doble de presupuesto para atender las demandas de servicios sociales de la población.

Expedientes de arraigo

Desde el año 2000, cuando el encierro de ‘sin papeles’ en la Catedral marcó un antes y un después en el fenómeno migratorio en la capital, se ha experimentado una llegada constante, con un pico, según Jiménez, durante el reciente proceso de regularización. Los que llegan lo hacen sobre todo por el aeropuerto y en coche, cruzando los Pirineos, y cada vez menos, en pateras. El experto reconoció que la mayoría están integrados, en especial los de origen latinoamericano; pero aún quedan bolsas importantes de personas indocumentadas en la provincia.

Entre los años 2004 y 2005 se produjo un aumento sustancial en la población de foráneos de la capital (de 23.500 a 30.200). En la actualidad rondan los 37.000 empadronados, esto es, casi un 7% de la población. Pero los estudios de los Servicios Sociales van más allá y cuantifican una población flotante en la provincia de 40.000 indocumentados. La mitad de ellos vive en la capital. En Andalucía se calculan unos 144.000 ‘sin papeles’.

Los Servicios Sociales también ejercen una labor como vía legal de entrada. Son los conocidos como expedientes de arraigo. El informe favorable del municipio es indispensable para certificar que un individuo que opta al reagrupamiento familiar reside de manera estable y constante en Málaga. El pasado año se firmaron un millar de peticiones de este tipo en la capital.

En el apartado de cooperación en países subdesarrollados, durante 2005 Málaga llevó a cabo un total de 28 proyectos, mientras que en 2006 la cifra ascendió a 35, con una cuantía de 1.143.000 euros.

Servicios Sociales también actúa en otro tipo de conflictos, de tipo familiar y afectivo, en labores de intermediación y de asesoramiento legal.