El centenar de policías desplazado a Mauritania para iniciar las tareas de
repatriación de los inmigrantes del «Marine I» pasan hambre. El sindicato
CEP se hacía eco ayer de las quejas de los agentes. «No se les ha
facilitado alojamiento en las 36 horas que ayer habían empleado en esta
misión». Entre otras cosas porque las plazas hoteleras de Nuadibú estaban
ocupadas por periodistas desplazados a la zona para seguir de cerca los
acontecimientos. «Han tenido que dormir en una nave sobre cartones y con
una manta en el mejor de los casos, con unas condiciones higiénicas
deplorables, sin poder lavarse ni realizar sus necesidades», lamentaba la
CEP. «Durante esas 36 horas la única comida que han ingerido ha consistido
en un bocadillo en el avión y un par de huevos fritos», añadía. El
sindicato policial denunció la «descoordinación y la improvisación de
estos viajes,exigió mayores garantías para los agentes y pidió la dimisión
del ministro de Asuntos Exteriores. El sindicato SUP ha optado por
escribir a Rubalcaba para denunciar la calamitosa situación de los
policías. «Estamos hartos de razones de Estado para encubrir la
incapacidad de algunos mandos que tratan a los policías como legionarios»,
dijo.