maite pérez

pamplona. Cinco de cada seis extranjeros de los más de 60.000 que residen en la Comunidad Foral lo hacen legalmente y al menos seis de cada diez que tienen la documentación en regla trabajan y están afiliados a la Seguridad Social, afirmó ayer el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa. No obstante, según el diagnóstico realizado por este organismo sobre la inmigración, a 6 de febrero de 2007 estaban registrados 43.528 extranjeros en situación regularizada, de los cuales 26.711 estaban cotizando.

Con el propósito de facilitar la tramitación de documentos a este colectivo, Ripa anunció la intención de crear una oficina única que agrupe los servicios de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional, ubicada en la calle Pascual Madoz, y del Área de Trabajo y Asuntos Sociales de la Delegación, sita en la avenida de Bayona. Ambos organismos atendieron el pasado año 33.000 solicitudes de información y llevaron a cabo 51.061 trámites, 3.982 menos que en 2005, cuando tuvo lugar el proceso de regularización de 7.500 personas. En este sentido, Ripa reconoció la creciente demanda y aseguró que la oficina será una realidad antes de terminar la legislatura nacional, en marzo de 2008.

Asimismo, el delegado del Gobierno agradeció a los sindicatos UGT y CCOO, a las ONG Cáritas y Cruz Roja y a la Federación de Asociaciones de Inmigrantes de Navarra (FAIN) el esfuerzo realizado a principios de 2007, cuando Bulgaria y Rumanía entraron a formar parte de la Unión Europea, para recoger la documentación de 1.300 ciudadanos de estos países que carecían de tarjeta de residencia.

En todo caso, mostró su “satisfacción” por constatar que el 9,85% de los afiliados a la Seguridad Social eran inmigrantes (26.711), lo que “acredita cuán acertado fue el proceso de normalización” de 2005 ya que “el tiempo ha demostrado que la sociedad navarra necesitaba aquella mano de obra extranjera que trabajaba en la economía sumergida”. Una mano de obra que, según el delegado, “contribuye a sostener nuestro Estado del Bienestar con sus declaraciones de IRPF y sus contribuciones a la Seguridad Social”.

cifras Vicente Ripa señaló que de los 26.711 extranjeros afiliados a la Seguridad Social a 31 de diciembre de 2006 (2.004 más que un año antes) 16.866 pertenecen al régimen general, 2.509 al del hogar, 2.568 al agrario y 1.891 al de autónomos.

Por otro lado, mencionó que el 80,64% de estos trabajadores procedía de estados ajenos a la Unión Europea (en ese momento Rumanía y Bulgaria no eran comunitarios) y agregó que la afiliación de estos ciudadanos ha crecido un 4,61%. Por número de cotizantes, destacan Ecuador, con 7.156 afiliados; Colombia, con 2.462; Marruecos, con 2.449; Bulgaria, con 1.555; Rumanía, con 1.013; y Perú, con 1.041.

En cuanto a los afiliados a la Seguridad Social procedentes de países comunitarios, la cifra ha crecido un 25,64% llegando a 5.170, de los cuales 3.005 vienen de Portugal; 811, de Francia; Italia; 323, de Polonia; 170, de Alemania; y 140, de Reino Unido.

Teniendo en cuenta que a 6 de febrero de 2007 residían en Navarra en situación legal 43.528 personas y que el dato de inmigrantes dados de alta en la Seguridad Social a 31 de diciembre de 2006 es de 26.711, Ripa concluyó que “al menos seis de cada diez extranjeros trabajan” con arreglo a la ley. Número que, según el delegado del Gobierno, podría no ajustarse a la realidad ya que dentro de este colectivo hay individuos que no pueden acceder al mercado de trabajo por razones de edad (jóvenes o sexagenarios) o falta de formación.

En esta línea, Ripa advirtió de que 9.912 extranjeros han pedido ya la tarjeta de residencia y que al ser “excepción las solicitudes que no se conceden” la cifra de inmigrantes regularizados “está en ciernes de superar las 53.000 personas”. Además, el Instituto Nacional de Estadística estima en 10.000 el número de personas en situación irregular que residen en Navarra, por lo que la población inmigrante en esta comunidad supera los 60.000 habitantes. Sin embargo, Ripa argumentó que el padrón no es plenamente fiable, “porque no todos los empadronados siguen en la Comunidad Foral”, ya que se desplazan adonde hay empleo.