Para entenderse en una consulta ya no hace falta hablar castellano

Diario de Navarra, 14-02-2007

M.R.R. PAMPLONA.

Las consultas médicas de atención primaria dispondrán desde la próxima semana de un programa informático, que permitirá a los profesionales sanitarios entender y ser entendidos por el paciente cuando éste hable otro idioma. Navarra es la primera comunidad autónoma en la que se utiliza esta herramienta, desarrollada por La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) y el laboratorio Glaxo, entidad que además lo ha financiado. Ayer se presentó en Pamplona.

Los idiomas que traduce son: inglés, francés, rumano, ruso, alemán, portugués, chino, urdu (lengua nacional de Pakistán) y árabe, además de castellano.

El programa, denominado Universal Doctor, se instala en el ordenador personal del facultativo. En la pantalla, éste selecciona entre varias frases escritas la que quiere comunicar al paciente, y el ordenador emite la frase de modo sonoro en el idioma extranjero. Para comunicarse el paciente, selecciona un mensaje escrito en su idioma, y el ordenador se lo traduce al doctor en castellano. Incluye las preguntas típicas que hace el médico en consulta, con diferentes opciones de respuesta, y es útil también para los trabajadores sociales.

En Navarra, se estima que más de 27.000 residentes procedentes de países donde no se habla castellano podrán beneficiarse de la implantación de este recurso, según adelantaron ayer Carmen Fuertes, vocal de inmigración y salud, y directora del Centro de Salud de la Chantrea, y Eugenia Cano, también doctora y vocal de comunicación de la Sociedad Navarra de Medicina de Familia (SNaMFAP). «Entre este programa, y el lenguaje no verbal, que es universal, nos podremos entender», expuso Fuertes.

Muchos médicos de cabecera atienden «a hasta 20 personas extranjeras por semana, y en localidades como Peralta suponen el 44% de las consultas, según estudios recientes», incidió.

«En este momento tenemos grandes dificultades para comunicarnos con algunos pacientes», explicó Eugenia Cano. Esto «nos crea cierta ansiedad a los profesionales, ya que no llegamos a saber si exactamente se atiende a la demanda de atención o si el paciente ha entendido qué producto debe tomar, o si sabe que tiene que volver a recoger el parte de alta, por ejemplo».

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