Efe Nuakchot

LOS 372 inmigrantes asiáticos y subsaharianos que se hallaban a bordo del buque “Marine I” y que ayer fueron desembarcados en el puerto mauritano de Nuadibú están recibiendo atención médica antes de ser identificados para proceder después a su repatriación.

El gobernador de Nuadibú, Yahya Uld Mohamed Vall, dijo que tanto el desembarco de los inmigrantes como la asistencia médica y las labores de identificación se estaban desarrollando con normalidad y señaló que las autoridades mauritanas esperaban que las repatriaciones comenzasen inmediatamente.

Tres aviones del estado español se encontraban ya en el aeropuerto de Nuadibú para repatriar a los inmigrantes una vez que concluyese su identificación, en la que colaboraban diplomáticos de la India, Pakistán y Guinea Conakry.

Los diecisiete inmigrantes que se encontraban en peor estado de salud fueron los primeros en desembarcar del “Marine I” en el puerto de Nuadibú para recibir asistencia médica. Según explicó un responsable de Cruz Roja, los inmigrantes fueron atendidos en un hospital de campaña que esta asociación desplegó en el puerto, y hasta el momento sólo a uno de ellos se le había tenido que poner un gotero y se estaba valorando si era necesario su traslado a un hospital.

Los inmigrantes, que llevaban más de dos meses de travesía y una semana frente a las costas mauritanas, comenzaron a desembarcar poco antes de la una de la tarde.

El jefe de coordinación para África de Cruz Roja, Jaime Bara, señaló que la Policía se encargaba de tomar los datos de cada persona que, una vez realizada esta labor de identificación, recibía la asistencia médica precisa, alimentos y ropa de abrigo, y posteriormente pasaba a disposición de un representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para el reconocimiento de su nacionalidad.

En el puerto se habilitaron duchas para que los inmigrantes pudieran asearse, una vez que se les entregaba un “kit” facilitado por Cruz Roja, que consistió en un chándal, dos mudas, dos camisetas, sandalias y una manta.

El “Marine I”, que se averió el 4 de febrero en aguas internacionales cuando se dirigía a Canarias, fue descubierto por un avión de reconocimiento español, que alertó al Centro de Control de Salvamento en Senegal.