El Gobierno ha encargado al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) un estudio cualitativo sobre las características y actitudes de la población inmigrante en España, el grado de integración, el nivel de convivencia con los ciudadanos españoles, así como la percepción de comportamientos discriminatorios o xenófobos. El CIS pretende «profundizar en el conocimiento de la manera en que esta nueva población se está incorporando a las dinámicas sociales» en España en cuestiones como la percepción de derechos y deberes de los inmigrantes y los factores que favorece o dificultan la convivencia y la integración.

El Gobierno justifica el estudio teniendo en cuenta que la inmigración constituye «uno de los fenómenos sociales de mayor incidencia de los últimos tiempos». El Ejecutivo advierte de que la presencia de la población inmigrante en España se ha incrementado «de manera notable en la última década hasta constituir casi un 10% de la población.

De hecho, en el caso concreto de Murcia, es la cuarta provincia que posee más ciudadanos extranjeros por habitante, con un 13,8%. A la comunidad murciana sólo le superan Alicante (20%), Almería (17,4); Girona (16,9) y Baleares (16,8). En cualquier caso, uno de cada cinco extranjeros esta empadronado en Cataluña; un 19,3%, en Madrid; un 16,1% en la Comunidad Valenciana; y un 11,8% en Andalucía.