La asociación de vecinos del barrio Puig convocó el pasado miércoles una asamblea con un único punto del día: la ampliación de la mezquita. La reunión se desconvocó por posibles injerencias y manipulaciones de la Plataforma x Catalunya (PxC), que actualmente tiene un regidor en el consistorio de Manlleu y otro en el de Vic. “Nunca ha habido problemas de convivencia y esperamos que tampoco los haya en el futuro. Nosotros siempre hemos tenido y manifestado mucho respeto por el vecindario”, explica Mohamed Azouzi, el portavoz del centro cultural islámico.
Los vecinos ratifican las palabras de Azouzi, pero algunos de ellos con matices. Un sector recela del elevado presupuesto de la obra. “En la escuela, los niños musulmanes reciben subvenciones para todo, para clases de árabe, comedor, excursiones y matrículas. En cambio, nuestros hijos no reciben ningún tipo de ayuda”, asegura Ernest, un vecino de 38 años que ha vivido siempre en Manlleu. “Las familias musulmanas alegan que sufren problemas económicos. No lo entiendo. Ahora se gastarán más de un millón de euros en una mezquita nueva”, se queja este vecino.