Redacción (12/02/2007)
En un comunicado, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha manifestado su “repulsa” ante los ataques sufridos por la sede de la entidad en Valencia y ha expresado que “es necesaria una investigación exhaustiva” de los hechos, que se han incrementado en el último año.

El último de los ataques con un explosivo provocó la rotura de una ventana y una puerta cuyos fragmentos penetraron varios metros dentro del local. CEAR está “convencida” de que se trata de actos racistas y xenófobos, por la labor que nuestra organización hace en defensa de inmigrantes y refugiados.

CEAR Valencia ya interpuso una denuncia en febrero de 2006 por la obstrucción de la puerta de la sede con silicona, denuncia que se repitió el mismo mes y por el mismo motivo.

En marzo se documentó en parte policial una primera explosión, al que siguió una nueva denuncia por ataque con material explosivo en mayo. El 28 de noviembre y el 18 de diciembre de 2006 se produjeron nuevas denuncias por inutilización de cerraduras.

A CEAR le preocupa especialmente el incremento de actos racistas que han tenido lugar en el último año en Valencia, y pide una investigación “que determine las responsabilidades” por los ataques contra CEAR y contra otras entidades, empresas administradas por inmigrantes y personas.

Además, llama a la sociedad a “reflexionar sobre la necesidad de la construcción de una sociedad intercultural en la que prevalezca el respeto a los derechos de todos”.

Por último, la entidad agradece el apoyo de instituciones, organizaciones sociales y redes y plataformas que nos han mostrado su solidaridad.