Agencias. NUAKCHOT / MADRID

La mayoría de los casi 400 inmigrantes que viajan a bordo del buque Marine I,que lleva más de dos meses de travesía y ocho días averiado y esperando atracar en Mauritania, se encuentran bien de salud. Sólo hay 20 personas con alguna enfermedad de carácter leve, según informó ayer la Cruz Roja después de que un equipo médico pudiera subir a bordo.

Las personas enfermas sufren patologías menores, que van desde erupciones cutáneas hasta catarros, cefaleas o diarreas, pero “nada grave”, aseguró Olivia Costa, portavoz de la Cruz Roja en Mauritania.

Aunque primero se esperaba que ayer llegaran a puerto, los inmigrantes seguían, al cierre de esta edición, hacinados en el barco, después de que Mauritania informara de que no autorizará que bajen a tierra hasta que estén preparadas las instalaciones médicas donde se decidió que fueran atendidos. El Gobierno español, que negoció con Mauritania para que autorice el desembarco y llegó a un acuerdo a tal fin el sábado, afirmó que el proceso de repatriación de los emigrantes prosigue satisfactoriamente y que se llevan a cabo los trámites lógicos en virtud del acuerdo alcanzado.

El Marine I debía permanecer fondeado durante la pasada noche frente a la costa mauritana, de la que se encontraba a unas tres millas.

Anoche estaba previsto que sea remolcado hoy por un barco español de Salvamento Marítimo hasta el puerto de Nuadibú.

El barco, que supuestamente zarpó de Guinea con destino a las islas Canarias, lleva más de una semana averiado frente a la costa de Mauritania, lo que ha originado diferencias entre España y el país africano sobre quién debía hacerse cargo de los inmigrantes . Mauritania accedió a que los ocupantes del barco desembarquen en Nuadibú con la condición de que España aporte las instalaciones médicas para atenderlos y los aviones para repatriarlos.

La presidenta de Médicos del Mundo denunció ayer que “un barco averiado en aguas de nadie” es el “típico paquete que nadie quiere” y advirtió de que este tipo de incidentes “volverá a suceder”.

El equipo de la Cruz Roja que accedió ayer por la tarde al Marine I,formado por un médico, una enfermera y el coordinador del operativo de la ONG en esta acción humanitaria, permaneció a bordo durante cerca de una hora. Previamente se había solicitado por radio que las personas enfermas estuvieran en cubierta para agilizar su evaluación.

Cuando llegaron en una patrullera de la Guardia Civil al barco averiado, que está equipado con una cocina para preparar alimentos, observaron a algunas personas pescando. Los miembros de la Cruz Roja aprovecharon la visita para llevar agua a los pasajeros que se encuentran en el Marine I.