EFE. NUAKCHOT (MAURITANIA).

Los 372 inmigrantes asiáticos y subsaharianos que permanecen a bordo del buque Marine I pisarán hoy tierra después de una semana de negociaciones entre los Gobiernos de Mauritania y España, según informó ayer el gobernador de la ciudad de Nuadibú, Yahya Uld Cheij Mohamed Val.

La patrullera Río Duero de la Guardia Civil accedió ayer al buque, fondeado a cuatro millas de la costa africana, con un equipo médico, que durante una hora atendió en cubierta a una veintena de personas enfermas, todas ellas leves, con patologías que van desde erupciones cutáneas hasta procesos catarrales, cefaleas o diarreas.

El coordinador del Operativo de Emergencia en Naudibú, Enrique Suárez, apuntó que ninguna persona requería una evacuación urgente a puerto, si bien, «es preciso un examen más exhaustivo que debería realizarse en tierra».

La portavoz de Cruz Roja en Mauritania, Olivia Acosta, señaló que, cuando se acercó la patrullera, había algunas personas pescando desde el Marine I, que está equipado con una cocina. Además de alimentos, la Cruz Roja les llevó «litros de agua». Según la portavoz, la llegada al barco fue un momento «emocionante». Los inmigrantes se mostraron «muy agradecidos» y «encantados» de poder recibir asistencia sanitaria.

Tres aviones españoles que servirán para el transporte de los inmigrantes asiáticos se encuentran ya en Nuadibú. Otro avión español debe llegar hoy.

Las autoridades mauritanas iban a permitir ayer el desembarco. Sin embargo, decidieron retrasar la operación, al considerar que todo el dispositivo de la expatriación no estaba completo. Mauritania se encargará de la repatriación de los inmigrantes subsaharianos, mientras que España trasladará a los asiáticos.