Phoenix— La Policía de Arizona informó ayer que dos de los tres indocumentados asesinados el jueves en Arizona eran guatemaltecos y uno mexicano, aunque evitó revelar sus identidades.

Randy Ogden, sargento del Condado de Pima, dijo que uno de los fallecidos fue identificado como traficante de personas (‘pollero’) por su cómplice, Pedro Luis Beltrán Camargo, quien conducía la camioneta que fue baleada por los atacantes.

Beltrán, de 21 años y originario del estado mexicano de Sonora, fue detenido y se encuentra bajo custodia de las autoridades locales, agregó Ogden, quien admitió que hasta el momento se desconocen los motivos del ataque ocurrido en una carretera de Pima.

El oficial indicó que el cuerpo del presunto “pollero” asesinado quedó dentro de la camioneta, al igual que el de la mujer, mientras el otro cadáver fue encontrado a la orilla de la carretera metros más adelante.

Sin embargo, no precisó quiénes son los guatemaltecos y quién el mexicano, pues continúan las investigaciones y la única información hecha pública fue la de las nacionalidades.

El ataque a la camioneta en que viajaban los indocumentados ocurrió la mañana del jueves en un camino de terracería cerca de la mina Silverbell, unos 30 kilómetros al noreste de Tucson, Arizona.

El vehículo –que era robado y transportaba cerca de 15 migrantes, al parecer mexicanos y guatemaltecos, entre otros centroamericanos–, fue interceptado por unos cuatro hombres armadas incluso con rifles de asalto AK-47.

Los agresores, cuya identidad se desconoce, abrieron fuego y el conductor de la camioneta trató de huir manejando a alta velocidad, pero perdió el control de la camioneta, salió del camino y se detuvo entre matorrales.

Según las primeras investigaciones, los migrantes que lograron escapar con vida de la balacera abandonaron la camioneta y huyeron.

Uno de ellos, al parecer mexicano, perdió partes de los dedos por los impactos de bala y siguió su camino solo.

Otros tres guatemaltecos, incluyendo dos ilesos y una mujer que resultó herida en el pecho, llevaron consigo arrastrando a un indocumentado que había sido herido en la cabeza y que posteriormente falleció.

Una camioneta con otros indocumentados que pasó por el mismo camino permitió subir a los cuatro migrantes, pero al percatarse que presetaban heridas serias fueron obligados a descender kilómetros más adelante.

El cadáver del indocumentado baleado en la cabeza fue abandonado a un lado del camino, mientras los otros tres guatemaltecos fueron encontrados por un ranchero local que notificó a las autoridades.

Ellos fueron identificados como Sebastiana Quextan Gómez, Olinda Arelina Mateo Gómez y Eristo Boj Chavajay.

De acuerdo con la oficina del Alguacil de Pima, fronterizo con Sonora, los asesinos podrían ser “polleros” que operan con frecuencia en esa zona e interceptan vehículos con indocumentados para robarlos con violencia a bandas rivales y extorsionar a las víctimas.