El porcentaje de extranjeros con carrera supera la media local

El Periodico, 11-02-2007

La imagen del inmigrante como una persona casi sin estudios, capacitado solo para hacer los trabajos más bajos del escalafón laboral, aquellos en los que no se precisa una especial formación, no se corresponde en absoluto con la realidad. Casi uno de cada cuatro (un 23,06%) extranjeros extracomunitarios residentes en Barcelona cursó estudios universitarios en su país de origen. La media de la capital catalana, que engloba a autóctonos y a inmigrantes, es del 20,11%, según datos estadísticos del año 2006 del propio Ayuntamiento de Barcelona.
Esta mayor proporción – – al menos en Barcelona, donde se concentran buena parte de los latinoamericanos – – no tiene, sin embargo, equiparación en el entorno laboral. Según sendos estudios, con datos para toda Catalunya, de Josep González Calvet y Miguel Pajares para la Fundación Jaume Bofill, hechos públicos el pasado octubre, el porcentaje de la población general ocupada en las escalas laborales más bajas es del 27,8%, mientras que entre el colectivo inmigrante es del 43,3%. Solo el 2,7% de foráneos ejerce de mando superior.

LA CLASE MEDIA Y
lo peor es que el ascensor social no funciona puesto que los recién llegados se perpetúan en estos puestos que acostumbran a contar con una baja remuneración. A cambio, según los estudios, los autóctonos sí ocupan plazas de mayor responsabilidad gracias a la inmigración. Además, los extracomunitarios soportan una tasa de paro del 13%, el doble de la media.
De los 188.302 inmigrantes no comunitarios que residían el año pasado en Barcelona, el 52,75% no tienen estudios o bien cursaron solo la primaria, mientras que el 22,64% alcanzaron o finalizaron la secundaria. En el global barcelonés, el 38,41% de sus habitantes o no cursaron estudios o lo hicieron en primaria, frente a un 40,86% que llegaron a secundaria. La gran diferencia, por tanto, estriba en el punto medio, en aquellos que cursaron secundaria. Una señal, quizás, de la importante cohesión social de la ciudad, sobre todo comparada con la de países del Tercer Mundo.
Por lo que respecta a los diferentes colectivos, si se suman los datos que el ayuntamiento da de los latinoamericanos, que conforman el 60% de la inmigración en Barcelona, la distancia con respecto al global es aún mayor. Así, el 27% de estos americanos han optado por un título universitario, mientras que los que se escolarizaron solo en primaria suman el 43,90%. Por último, los que cursaron secundaria fueron un 27,47%.

BAJO NIVEL ASIÁTICO
El siguiente colectivo más numeroso es el que corresponde a Asia central, es decir, a países como Pakistán y China, que suman el 14% del total de población extracomunitaria en la ciudad. En este caso, el nivel universitario es de apenas el 6,7%, mientras que los que no cursaron estudio alguno o bien se quedaron en primaria superan el 85% del total. Los africanos residentes en Barcelona, ya sean del norte y el Magreb o subsaharianos, muestran la misma tendencia, con una tasa de laureados del 8% y de un 75% de poco formados. En cambio, el 25,9% de los individuos procedentes del centro o del sur del continente alcanzaron la universidad, frente al 47% que se quedaron en la primera etapa escolar.
La otra inmigración, la del Primer Mundo (personas del resto de la Europa comunitaria y de Norteamérica), dispara, lógicamente, las diferencias con respecto al total barcelonés. Así, si se toman los 229.250 extranjeros que residen en el cap i casal, sus universitarios superan en casi ocho puntos la media ciudadana (28,5%). Y entre los 40.948 comunitarios se cuenta un 53,5% de titulados superiores.

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