"El Periódico". GUATEMALA: "Lo que Bush debe saber"
La creciente influencia en América Latina del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha motivado al presidente de Estados Unidos, George Bush, a voltear sus ojos hacia su tradicionalmente llamado “patio trasero”.
Prensa Latinoamericana, 10-02-2007La creciente influencia en América Latina del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha motivado al presidente de Estados Unidos, George Bush, a voltear sus ojos hacia su tradicionalmente llamado “patio trasero”.
Fue una sorpresa el anuncio formulado el jueves pasado por el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, de que Bush y su esposa Laura visitarán cinco países latinoamericanos, entre ellos Guatemala, en marzo próximo, pues es bien sabido que esta parte del mundo no ha constituido prioridad alguna para el gobernante.
Pues más vale tarde que nunca. Que sea bienvenido. Y que beneficie a nuestros pueblos este renovado interés de Washington por sus vecinos del sur, hasta ahora ignorados por Bush, aunque recordamos gratamente las iniciativas de sus predecesores demócratas Bill Clinton, quien sembró en Miami la semilla del actual Tratado de Libre de Comercio regional, y John Kennedy, impulsor de la Alianza para el Progreso. A su paso por Guatemala, el presidente Bush podrá observar que en una fonda de La Antigua se conserva una silla con el letrero “Aquí comió Clinton”. Y en una tienda de Panajachel se guarda aún una fotografía de Kennedy.
Y es la hora de hablarle. Los guatemaltecos contaremos a Bush que en Estados Unidos se están cometiendo graves atropellos contra nuestros emigrantes, violándose sus derechos humanos. Precisamente, la agencia noticiosa estadounidense Asociated Press informó al mundo, este mismo jueves, que las autoridades de Tucson, Arizona, anunciaron que dos hombres y una mujer, inmigrantes guatemaltecos, fueron muertos a tiros en el Bosque de Ironwood, mientras que otros se encuentran desaparecidos.
También Bush “debe saber” que 18 mil 305 trabajadores guatemaltecos fueron deportados de Estados Unidos durante el pasado año 2006. Y que la Casa Cultural de Guatemala en Los Ángeles ha advertido que unos 200 mil guatemaltecos, desplazados por la pasada confrontación armada en nuestro país, están a punto de ser deportados, mientras que asilados políticos de El Salvador, Honduras y Nicaragua sí gozan de un tratamiento preferencial.
El pueblo de Guatemala conserva una tradicional amistad con el pueblo estadounidense. La grandeza de Estados Unidos, la primera superpotencia mundial, se debe en gran medida al talento y al esfuerzo de sus corrientes migratorias procedentes de todo el planeta. Los migrantes latinoamericanos, entre ellos los guatemaltecos, merecen un mejor trato. Como buenos vecinos. Ojalá que el gobierno de Óscar Berger sepa interpretar estas aspiraciones, en su diálogo personal con Bush.
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