Dirigentes de organizaciones de inmigrantes guatemaltecos en EE.UU. pidieron ayer al Gobierno que tome “una actitud enérgica” durante la visita del gobernante estadounidense George W. Bush a Guatemala, y le exija una moratoria en las deportaciones, mientras se conoce la reforma migratoria integral.

Aunque la Casa Blanca informó que el motivo de la visita de Bush al país, en marzo próximo, es para “experimentar la rica diversidad cultural de la Nación”, los connacionales la consideran una oportunidad de oro para que el Gobierno interceda por ellos.

“Las autoridades no deben conformarse con que el presidente de EE.UU. venga a poner cara de buena gente. Deben demandarle cambios que favorezcan a los guatemaltecos que trabajan aquí”, dijo ayer Juan García, presidente de la Comisión de Migrantes en Rhode Island.

Lester Rodas, de la Alianza por los Guatemaltecos, enfatizó que el endurecimiento de la política migratoria de EE.UU. “afecta por igual a jóvenes, mujeres y niños. Muchas familias se han desintegrado, y muchos menores han quedado sin protección”. “Eso también afectará a los estadounidenses, porque, al final, ellos tendrán que pagar la manutención de esos niños”, enfatizó.

En 2006 fueron deportados 18 mil guatemaltecos, entre ellos, dos mil 638 mujeres y 992 menores de edad. Este año, la cifra va por dos mil 25.

“La gente tiene miedo de salir a la calle. Las autoridades de Migración entran hasta en sus casas. Es una persecución salvaje”, resaltó García.

En una conversación telefónica desde Los Ángeles, Julio Villaseñor, del grupo S.O.S., comentó que Bush tiene la potestad de sugerir una moratoria o de detener las entrevistas de los guatemaltecos que solicitan asilo político.

“Miles de connacionales llegan a la cita de Migración, y a pesar de tener más de 17 años de residir en EE.UU., se les rechaza la petición, aduciendo que en Guatemala ya se firmó la paz, y automáticamente son deportados”, refirió Villaseñor.

Añadió que Bush puede hacer que esas entrevistas se detengan hasta que el Congreso y el Senado de ese país aprueben la reforma migratoria.

Mauro Verzeletti, secretario de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala, lamentó: “Bush no tiene corazón. Sabemos que su visita obedece más a razones económicas, pero no se puede olvidar a los migrantes que sufren violaciones a sus derechos en ese país, por lo que será necesario insistir en el tema”.

Asilo político

Marina Díaz, del Centro Guatemalteco Tecún Umán, aseguró que muchos matrimonios de nacionalidades mixtas padecen porque son deportados a los países de origen de uno de los cónyuges, aunque hayan residido toda una vida en EE.UU.

Añadió que el presidente Óscar Berger debe ser sincero y reconocer los graves problemas que afronta el país, como la violencia y la pobreza, para que las autoridades estadounidenses comprendan que no pueden estar enviando tantos deportados, como lo hicieron el año último.

Demandas

Dirigentes de migrantes solicitan al Gobierno que aproveche la visita de Bush para pedir una reforma integral a leyes migratorias. Las autoridades dicen que lo incluirán en agenda.

Huérfanos

“Las autoridades no deben conformarse con que Bush venga a poner cara de buena gente. Deben demandarle cambios que favorezcan a los connacionales en EE.UU.”, expresó Juan García, presidente de la Comisión de Migrantes de Rhode Island.

Aseguró que otros países apoyan a sus migrantes, mientras que los guatemaltecos se sienten “huérfanos”.

Sin Corazón

“(El presidente) Bush no tiene corazón”, afirmó Mauro Verzeletti, secretario de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala.

“Sabemos que su visita obedece a intereses económicos, pero las autoridades guatemaltecas no deben olvidar a los ciudadanos que han tenido que migrar a EE.UU. en busca de oportunidades”, opinó.

En agenda

“Es obvio que ese tema va a ser una de las prioridades que tenemos en nuestra agenda y vamos a aprovechar la visita para continuar con el cabildeo en favor de los migrantes”, expresó el canciller Gert Rosenthal. No descartó que se invite a los mandatarios centreomericanos para que estén presentes en la reunión con el presidente de EE.UU.