El buque cargado con casi 400 inmigrantes se dirige a Mauritania para su desembarco

Los gobiernos español y mauritano acordaron atender a las personas más vulnerables

Deia, 10-02-2007

El buque “Marine I”, fondeado desde hace cinco días frente a las costas mauritanas con cerca de cuatrocientos inmigrantes asiáticos y africanos a bordo y tras dos meses de viaje por alta mar, partió ayer en dirección al puerto de Nuadibú después de conseguir España un acuerdo diplomático con Mauritania.

Así lo anunció la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien informó de que cuando la nave llegue a tierra se procederá inmediatamente al desembarco de las personas más vulnerables, como los niños, que fracasaron en su intento de arribar al litoral de las Islas Canarias.

El buque, averiado desde el domingo a 15 millas de la costa mauritana, será remolcado a puerto gracias a las negociaciones emprendidas por el Gobierno español para que el país africano levantara la prohibición que impedía su retorno.

La negativa de las autoridades de Mauritania a permitir la entrada en su país de inmigrantes no es un caso aislado, ya que se han registrado tres situaciones de características similares, la última el pasado mes de julio.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, informó en la mañana de ayer de que esperaba cerrar «con carácter inmediato» un acuerdo de repatriación de los subsaharianos. La medida afectaría a unos 35 pasajeros del barco socorrido, que dijeron ser nacionales de Guinea-Conakry, Liberia y Sierra Leona.

El resto de los embarcados según cálculos de Exteriores, que al parecer son nacionales de diversos países asiáticos, entre ellos Pakistán, India y Bangladesh, quedarían bajo la responsabilidad de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) y serán deportados a su país. Mauritania no acogerá a los inmigrantes clandestinos porque jurídicamente «no es responsable de su drama». Por cierto que la OIM alertó de que en el interior del “Marine I” también podría haber contrabandistas.

Los inmigrantes, según informo Cruz Roja, solicitaron ser desembarcados lo antes posible y poder recibir ayuda en tierra, según las comunicaciones establecidas por radio.

Lo prioritario ahora es atender a las personas que presentan síntomas de diarrea, vómitos, gastroenteritis y fiebre, para evitar que se produzca una epidemia dentro del buque.

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