madrid. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer tras el Consejo de Ministros que España ha alcanzado un acuerdo con Mauritania sobre el buque Marine I , con 372 inmigrantes a bordo y cuyo desembarco prohibía ese Gobierno africano desde hacía cinco días. Sin embargo, al cierre de esta edición la incertidumbre sobre el destino de los sin papeles seguía sin resolverse, ya que algunas fuentes apuntaban a que el Ejecutivo mauritano había negado la consecución de dicho acuerdo.

Según las fuerzas seguridad de Nuadibú, Mauritania “ha convenido con España un plan que prevé el establecimiento de un corredor, bajo responsabilidad española, para conducir a los clandestinos directamente a aviones que los llevarán de regreso a sus países de origen”. Sin embargo, ayer por la noche esos traslados tampoco habían comenzado a producirse.

Otras informaciones, por el contrario, señalaban que las autoridades africanas permitirían tan solo el desembarco de las personas más vulnerables: enfermos y niños.

De las 372 personas a bordo del barco, 305 de ellas proceden de Cachemira (la India) y el resto de Costa de Marfil, Birmania, Sierra Leona, Sri Lanka y Liberia, “pero son datos de inmigrantes a bordo, que no hemos podido confirmar in situ”, dijo en conversación telefónica una portavoz de Cruz Roja en Nuadibú.

La organización mantiene en ese puerto un dispositivo con personal sanitario y ambulancias, para atender el eventual desembarco de los inmigrantes, dentro del trabajo que desde hace un año desarrolla en colaboración con la Media Luna Roja en esa zona.

“Hemos establecido contactos con diversas personas a bordo y hay casos que sufren ciertas molestias, como diarreas y fiebre, pero no hay ningún caso grave de salud todavía”, indicaron fuentes de Cruz Roja. “Llevan más de dos meses en el mar y tienen muchas ganas de llegar a tierra, de ser atendidas, para que no se vea agravada su situación física y psicológica”, dijo la portavoz de Cruz Roja.

rechazo de canarias El presidente regional de Canarias, Adán Martín, pidió ayer una mayor implicación de la Unión Europea frente a la inmigración ilegal ante la situación del barco averiado frente a las costas de Mauritania, que dijo debía ser resuelta sin llevarlo a España.

Martín reiteró que no debía llevarse el Marine I en ningún caso al archipiélago canario, ya que “el barco está muy cerca de las costas de Mauritania y Senegal, muy lejos de Canarias, a más de mil kilómetros de distancia, e, indudablemente, las reglas y los convenios suscritos fijan que el barco debe ir al puerto más cercano”, una reacción que no gustó a las ONG de Canarias, que mostraron su tristeza por estas palabras del presidente regional. >agencias