Mauritania acepta la entrada a puerto del buque de inmigrantes "Marine I"
Diario de Navarra, 10-02-2007Principio de solución para los 372 inmigrantes hacinados en un buque frente a la costa mauritana. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer que el Ejecutivo mauritano aceptó el desembarco en el puerto de Nuabidú de los inmigrantes «más vulnerables» – niños y enfermos – del Marine I, fondeado desde hace días frente a las costas mauritanas, tras ser interceptado en su ruta hacia Canarias. No obstante, Babah Sidi Abdallah, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores mauritano, advirtió que «hay ciertas condiciones que España debe aceptar para permitir a estos inmigrantes transitar a través de Mauritania, en ruta hacia sus países de origen».
«Por razones humanitarias, hemos aceptado que esta gente pase por Mauritania, pero no permitiremos que se queden en el país», añadió Sidi Abdallah. De este modo, Mauritania ha impuesto sus condiciones al Gobierno español para permitir el desembarco en uno de sus puertos de algunos de los inmigrantes que se encuentren en el barco, entre ellos, niños, enfermos y ancianos. Se cree que a bordo del Marine I hay más de 40 personas afectadas por infecciones y diarreas.
Según el Ejecutivo español, el barco se disponía a entrar en el puerto de Nuadibú durante la tarde de ayer. Una vez que el barco arribe, una misión desplazada desde Guinea Conakry a Mauritania se encargará de identificar a los ocupantes del carguero, con el fin de iniciar los trámites de repatriación hacia sus países de origen, de modo que sólo permanezcan en Mauritania como país de paso hacia sus destinos. En el caso de Guinea Conakry, será el mismo país el que se encargue de identificar y repatriar a sus nacionales, que suman 35.
Lugar de paso
El secretario de estado español para Asuntos Exteriores, Bernardino León, viajó el jueves a Mauritania con el propósito de convencer a las autoridades de la necesidad humanitaria de realizar el desembarco cuanto antes. A su vuelta, León afirmó que los inmigrantes varados en alta mar serían desembarcados en Mauritania, adelantando que sólo podrían estar allí como lugar de paso.
De este modo, se puso fin a una situación humanitaria de alto riesgo, que llevaba varios días suscitando la polémica entre los dos gobiernos. De hecho, Cruz Roja entregó el jueves cinco toneladas de comida y suministros médicos desde el remolcador español Luz de mar. Los víveres fueron trasladados hasta el Marine I mediante una grúa, ya que los miembros de la organización, que a su vez estaban acompañados por varios guardias civiles españoles, no pudieron acceder al barco por motivos de seguridad. Según el jefe de la Media Luna Roja de Mauritania, Ahmed Ould Haya, que pudo hablar con los ilegales vía radio, «los inmigrantes están extremadamente cansados y extremadamente enfadados».
Envío de ayuda
Asimismo, Cruz Roja española tiene previsto enviar en las próximas horas un avión de ayuda humanitaria desde Las Palmas de Gran Canaria a Nuadibú con un hospital de campaña y un equipo especial de emergencia compuesto por siete médicos, enfermeros y logistas, así como material de socorro y alimentos.
El Marine I navegaba averiado cuando fue detectado, el pasado día 3 de febrero, a unas 500 millas de las Islas Canarias, por lo que el buque Luz de Mar de Salvamento Marítimo lo remolcó hasta el puerto más cercano (Nuadibú) para que fuera auxiliado, en virtud de un tratado internacional de auxilio, que no está suscrito por Mauritania.
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