Sarkozy defiende el semanario juzgado por publicar las viñetas de Mahoma

«¿Qué nos queda si no podemos reírnos de los terroristas?», dice el

La Razón, 08-02-2007

París – La libertad de expresión se sentó ayer en el banquillo de los
acusados de un tribunal francés. Encarnada en la árida figura de Philippe
Val, director del semanario satírico «Charlie – Hebdo», la sátira se
enfrenta a una posible condena de 6 meses de prisión y 22.500 euros de
multa. Su presunto delito: haber osado representar al profeta Mahoma,
considerado una blasfemia según la religión musulmana, y haberse reído de
la deriva terrorista del islamismo.
   Dos organizaciones islámicas
francesas han llevado a los tribunales a «Charlie – Hebdo» por tres viñetas,
publicadas el 8 de febrero de 2006: la portada de la revista, titulada
«Mahoma, desbordado por los integristas», en la que el profeta islámico
proclama: «Qué duro es ser amado por unos gilipollas», y dos de las
caricaturas aparecidas previamente en un periódico danés, que despertaron
una ola de protestas violentas en el mundo islámico: en la primera, el
turbante de Mahoma adopta la forma de una bomba; en la segunda, Alá se
lamenta ante unos kamikazes tiznados a su llegada al cielo: «Lo siento,
nos hemos quedado sin vírgenes».
   Mensaje racista
   El sanedrín musulmán acusa a la publicación, similar a la española «El
Jueves», de sostener «un mensaje racista que asimila todo musulmán a un
terrorista islámico». «¿Y qué le queda al ciudadano si no puede reírse de
los terroristas? Si no podemos reírnos, estamos jodidos», sentenció sin
tapujos Philippe Val, ante los magistrados de la sala XVII del Tribunal
Correccional de París, repleta de periodistas y donde continuará hoy el
proceso.
   El momento clave de la vista fue la lectura de un mensaje
anónimo por parte del abogado de «Charlie – Hebdo»: «Quiero expresar mi
apoyo a su publicación, que se inscribe en un vieja tradición francesa, la
sátira. A pesar de haber sido objetivo privilegiado de la publicación,
prefiero el exceso de caricatura que su ausencia. Firmado: Nicolas
Sarkozy».
   Diana principal de las burlas de la revista, el
ministro del Interior ya respaldó a «Charlie – Hebdo» cuando el presidente
Jacques Chirac tildó la publicación de los dibujos como una «provocación
inútil». La actitud de Sarkozy causó, sin embargo, un notable revuelo en
el Consejo francés del Culto Musulmán, autoridad del islam francés creada
precisamente por iniciativa del propio titular de Interior (y, por tanto,
también de los Cultos), hace cuatro años. Varios de sus dirigentes
amenazaron ayer con dimitir en bloque.
   «Charlie – Hebdo» recibió el
apoyo de otros dirigentes políticos y de buena parte de los medios de
comunicación e intelectuales del país. «Libération» publicó una edición
especial con los dibujos incriminados por los líderes islámicos. «Le
Monde» defendió que «la libertad de expresión no puede quedar vigilada por
una policía del pensamiento».
   

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